Las autoridades de inmigración ponen en peligro la salud física y mental de mujeres y niñas migrantes bajo su custodia e incluso les niegan el derecho al aborto en casos de abuso sexual, reveló un estudio publicado este lunes por el Center for American Progress.
El reporte Immigration Detention Is Dangerous for Women’s Health and Rights indicó que las políticas del gobierno de Donald Trump aumentaron el riesgo para la salud de las migrantes y violan sus derechos básicos sistemáticamente.
El informe destaca que, desde octubre de 2017 hasta agosto de 2018, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas detuvo a 1.655 mujeres embarazadas, que, en su mayoría, supuestamente, no recibieron la atención médica necesaria.
En el texto se cita el caso de una inmigrante salvadoreña, a quien nombran Teresa, que en 2017 llegó con cuatro meses de embarazo, y en busca de asilo al puerto de entrada de San Ysidro, en California, resultó detenida.
A pesar de que la migrante les dijo a las autoridades en repetidas ocasiones que estaba embarazada y presentaba sangrado, no le prestaron atención médica.
Negligencia médica con embarazadas
Solo unos días después, el personal médico en el centro de detención confirmó que la migrante había tenido un aborto espontáneo. Nunca le dieron atención médica fuera del centro de detención pese a que tuvo serias complicaciones.
Las autoridades también hicieron caso omiso a las peticiones para que fuera liberada por razones humanitarias. Cuatro meses después de abortar, Teresa continuaba detenida y no había recibido tratamiento médico.
Asimismo, el estudio destaca que entre los años fiscales 2017 y 2018 se reportó que 28 mujeres tuvieron abortos espontáneos bajo la custodia del ICE.
La investigación señala que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados socavó el acceso a la atención de salud reproductiva. La ORR negó solicitudes de aborto a menores migrantes, a pesar de que algunas fueron víctimas de abuso sexual.
El ex director de la ORR, Scott Lloyd, no aprobó ni una sola solicitud a menores de edad en busca de atención por aborto.
Aquellas que pudieron recibir un aborto lo hicieron solo después de que un tribunal interviniera, destacó el reporte.
Abusos sexuales
Otro gran obstáculo que tendrían que enfrentar las niñas y mujeres migrantes son los abusos sexuales que sufren bajo custodia del gobierno estadounidense.
Nora Ellmann, autora del estudio, subrayó que de 1.224 denuncias de abuso sexual bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional entre enero de 2010 y septiembre de 2017, solo 43 fueron investigadas.
A su vez, 59% de los presuntos autores fueron identificados como agentes de inmigración o contratistas privados.
El reporte recomienda al gobierno y al Congreso restablecer la liberación de migrantes embarazadas, así como prohibir la práctica de encadenarlas.
Pide prohibir el uso de confinamiento solitario a los inmigrantes. Asimismo, asegurar que las agencias que detienen inmigrantes estén implementando estándares de atención médica y de salud mental culturalmente competentes e informados en el trauma.
“Los legisladores deben realizar una supervisión (fuerte) de las agencias de aplicación de la ley de inmigración para garantizar que defiendan la salud y los derechos de cada individuo, pero especialmente de las mujeres”, puntualizó Ellmann en un comunicado.