Una ‘estafa espacial’ vivió una mujer, de 65 años, tras conocer por medio de redes sociales a un sujeto que dijo estar totalmente enamorado como para abandonar su labor en ese punto de la galaxia y regresar de inmediato a la Tierra.
La víctima no encontró nada inusual cuando recibió un primer mensaje en Instagram. Una cuenta, con solo nueve fotos y diez seguidores, se hacía pasar por un ingeniero aeronáutico y cosmonauta ruso -como se les dice a los astronautas de Rusia-.
Además, indicaba en la descripción de su perfil que pertenecía a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), bajo la expedición 65 de la nave Soyuz MS-18. “En la actualidad, en el espacio”, agregaba como presentación.
¿Los astronautas tienen acceso a Internet y celulares?
A la originaria de Japón le pareció muy normal estar chateando con un sujeto que decía estar a miles de kilómetros de distancia. Vale recordar que en el espacio los astronautas no tienen acceso tan fácil a Internet. De hecho, ni cuentan con celulares u otros dispositivos tecnológicos propios; todos ellos los dejan antes de viajar.
Eso sí, en la ISS hay una conexión de más de 600 megas por segundo, según explica la Nasa en su página web. Pero no está destinada para navegar en redes sociales, sino para transmitir datos por sistemas internos y especializados hacia nuestro planeta. Por lo cual, quienes están en la estación se comunican con sus seres allegados mediante correos electrónicos o llamadas poco frecuentes.
En cambio, el falso cosmonauta también empleaba la aplicación de mensajería Line, similar a WhatsApp, para expresarle su amor. “Quiero ir a Japón para comenzar una nueva vida. Quiero vivir allá. ¿Te casarías conmigo cuando llegue?”, le cuestionaba a la adulta mayor, según conoció el medio local ‘Sina’.
La convenció por alrededor de un mes de que había encontrado a la persona ideal; para sellar el compromiso debía comprar un tiquete de vuelta a la Tierra en cohete. Bajo esa premisa, la mujer le transfirió alrededor de 4,4 millones de yenes en cinco cuotas (unos $30 mil).
“Aunque decir 1,000 veces te amo no es suficiente para expresar todo lo que siento en mi corazón, todavía tengo que seguir diciendo te amo”, era uno de los mensajes románticos con los cuales la engañó.
«Le creí»
En un principio, ella pensó que era una persona de confianza, pues buscó la identidad del susodicho en Internet y le encantó.
“Como encontré el nombre en el sitio web de la Agencia de Investigación y Desarrollo Espacial, le creí. Solo deseaba que pudiera regresar a la Tierra”, explicó para ‘Sina’.
Sin embargo, pese a que le había enviado tal monto de dinero, él continuó acechándola, por lo que desconfió y dio aviso a la Policía de la ciudad de Higashiōmi.
De acuerdo con lo explicado por fuentes policiales al medio citado, hay muchas personas en redes haciéndose pasar por extranjeros para desfalcar a quienes aseguran estar enamorados. La primera señal de alarma es que el estafador le pida cambiar de plataforma para conversar, como en este caso el pasar de Instagram a Line.
La Policía desarrolla la investigación de esta modalidad para acusar a la persona detrás de la cuenta de Instagram por los delitos de fraude.