Cuatro personas murieron y 15 resultaron heridas cuando un camión atropelló a una multitud en Drottninggatan, la principal calle peatonal de Estocolmo, junto a unos conocidos grandes almacenes, informó la policía sueca a través de un comunicado.
Las autoridades confirmaron que investigan el incidente como un ataque terrorista, el cual es similar a los ocurridos en Niza, Berlín y Londres.
La policía sueca informó que hay un detenido, pero no dio detalles sobre su identidad ni sobre las acusaciones en su contra. Tampoco precisó si el aprehendido era el sospechoso cuya fotografía se había difundido.
Las autoridades utilizaron un sistema de espuma mecánica para evitar el incendio del camión, que fue robado unos días antes del ataque, aprovechando “una entrega en un restaurante”, declaró una portavoz de la empresa de transportes Spendrups, Rose-Marie Hertzman.
Edison Lucas Gutiérrez, un ciudadano uruguayo, de 64 años de edad, que vive desde hace 20 años en Suecia, iba a buscar a su nieto a la ciudad cuando fue testigo de lo ocurrido. “Sentí unos ruidos difíciles de identificar, como de objetos pesados que caían, mucha gente que se para y un camión, mitad en la acera, mitad en la calle”, explicó Gutiérrez.
Las autoridades acordonaron casi de inmediato el lugar y difundieron mensajes para llamar a la población a que se quedara en casa y evitar el centro de la capital, mientras se interrumpía el transporte público, Metros y trenes de cercanías.
Finlandia y Noruega reforzaron las medidas de seguridad en grandes ciudades y aeropuertos.
La Comisión Europea aseguró que un atentado contra un Estado miembro de la Unión Europea es un ataque contra todos los países de la UE, declaró el presidente de dicho ente, Jean-Claude Juncker.
Los ministros de Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, y Alemania, Sigmar Gabriel, manifestaron su indignación por el hecho y lo tildaron de acto atroz. Ambos subrayaron el “compromiso absoluto” de Suecia con los derechos humanos, la paz y la justicia.