El grupo yihadista Estado Islámico se atribuyó los dos ataques simultáneos ocurridos ayer contra el Parlamento y el mausoleo del imán Ruholá Jomeini. En los hechos hubo 14 muertos.
Pir Hosein Kolivand, director de Servicios de Emergencia, informó que 46 personas resultaron heridas en los sucesos. No se precisó la identidad de las víctimas ni si entre ellas había diputados. La principal masacre se cometió en el Parlamento, situado en pleno centro de Teherán, donde fallecieron, entre otros, cuatro asaltantes y dos guardias, mientras que en el mausoleo murió un empleado del recinto y dos terroristas; varios peregrinos sufrieron heridas.
Los terroristas entraron en ambos lugares armados con fusiles Kaláshnikov, pistolas y explosivos, que emplearon dos de ellos para inmolarse. Uno de los extremistas detonó sus explosivos en el interior del Parlamento, donde otros tres fueron muertos a tiros por las fuerzas de seguridad, informó el Ministerio del Interior de Irán en un comunicado.
En el Parlamento los asaltantes, que entraron disfrazados de mujeres, tomaron varios rehenes y mantuvieron en jaque a la policía durante casi cinco horas, en las que los disparos fueron una constante. La parlamentaria Tayebé Siavoshí, contactada por Efe durante el ataque, declaró que la situación era muy confusa y delicada y que los tenían sin información sobre lo sucedido. Otro diputado, Alireza Rahimí, dijo en su cuenta de la red social Telegram que supieron de este ataque sin precedentes cuando uno de sus compañeros entró ensangrentado en la sala en la que se celebraba una sesión parlamentaria abierta. De esta sala se les impidió salir hasta el fin de la operación, incluso a algunos diputados muy afectados porque tenían familiares en otras plantas del edificio.
El presidente de Irán, Hasán Rohaní, instó a la “unidad y a la cooperación regional e internacional contra el terrorismo”, indicó un comunicado de la Presidencia.
Durante un encuentro con estudiantes en Teherán, el guía supremo iraní, Alí Jamenei, aseguró que estos ataques no tendrán ningún efecto en la determinación del pueblo iraní. “Los terroristas serán pronto eliminados con la ayuda de Dios”, señaló.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite iraní, acusaron a Arabia Saudita y a Estados Unidos de estar implicados en los atentados.
Los atentados fueron condenados de forma unánime por la comunidad internacional, desde Rusia y países vecinos de Irán hasta la Unión Europea, Estados Unidos y Ecuador. Otros líderes mundiales de Turquía, Noruega, Suecia, Francia, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Afganistán y Omán, entre otros, manifestaron su solidaridad con las víctimas y repudiaron la cobardía de los terroristas al asesinar a civiles desarmados. “Se trata de un día triste para el mundo”, señaló el bloque comunitario de la UE.