Uno de los heridos graves por el accidente de un autobús con migrantes ocurrido el 15 de febrero en Panamá falleció, elevándose a 40 las víctimas, informaron fuentes médicas este lunes, cuando seguía suspendido temporalmente el traslado de estos viajeros mientras los transportes son sometidos a inspecciones por parte de las autoridades.
El director del hospital Dr. Rafael Hernández de la ciudad de David, Rolando Caballero, precisó que Luis Vargas, un panameño de 30 años de edad y acompañante del chófer del autobús, murió en esa instalación, donde permanecen una decena de heridos, dos de ellos en cuidados intensivos, según explicó a medios locales.
En el lugar del accidente se levantaron 37 cadáveres, precisó la Fiscalía el pasado 17 de febrero, incluido el del chófer, el panameño Orlando Vigil. Hasta esa fecha una mujer y un niño de 7 años habían muerto en los hospitales donde eran atendidos.
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Las autoridades no han revelado la identidad de las víctimas, solo han señalado que en autobús viajaban 66 migrantes, ciudadanos de Ecuador (22), Haití (16), Venezuela (11), Brasil (6), Colombia (5), Camerún (2), Cuba (2), Nigeria (1) y Eritrea (1).
Hay cuerpos mutilados e irreconocibles, han sostenido las autoridades, que investigan las causas del accidente, el peor de este tipo en la historia del país, que dejó al autobús sin techo, con los asientos tirados por el suelo en el lugar del suceso, situado a más de 450 kilómetros de la Ciudad de Panamá.
Este lunes, la Fiscalía que junto con el instituto forense y en colaboración con las embajadas de Colombia, Ecuador y Cuba, han logrado la identificación científica de 14 fallecidos y 7 sobrevivientes del accidente, dijo un comunicado oficial sin más precisiones.
El pasado sábado, otro autobús con migrantes se incendió sin dejar víctimas ni heridos, lo que llevó a las autoridades del Servicio Nacional de Migración (SNM) a suspender el traslado de migrantes hasta tanto finalice una inspección general de los transportes.
Fuentes oficiales dijeron este lunes a EFE que las inspecciones continuaban y que seguía interrumpido el traslado de los migrantes desde los albergues situados en la provincia de Darién, fronteriza con Colombia, hacia uno en Chiriquí, cerca de los límites con Costa Rica.
El año pasado, 248.284 migrantes en tránsito hacia Norteamérica cruzaron la selva del Darién, una cifra inédita, y en lo que va de 2023 lo han hecho más de 45.000. De seguir este ritmo, el año podría concluir con más de 400.000 viajeros atravesando Panamá en su viaje hacia Norteamérica, de acuerdo con las previsiones de las autoridades.