Médicos Sin Fronteras (MSF) reportó este martes un alza de 70% interanual en los casos de violencia sexual contra migrantes en Tamaulipas, estado del noreste mexicano fronterizo con Estados Unidos.
La organización internacional expuso en un comunicado que en las ciudades de Reynosa y Matamoros, los principales cruces del noreste de México hacia Texas, en el último trimestre de 2023 hubo un aumento de 70% de las consultas por violencia sexual con respecto al tercer trimestre del mismo año.
Además, tan solo en enero pasado atendieron 28 casos, una cifra que supera el registro de cada mes de 2023.
La asociación también señaló que persisten las agresiones del crimen organizado contra migrantes, al reportar 395 pacientes que fueron víctimas de violencia y 129 consultas de personas que sobrevivieron a un secuestro entre el último trimestre de 2023 y enero pasado en Reynosa y Matamoros.
Aunque los ataques se han concentrado en Tamaulipas, MSF también atestiguó «los impactos de la violencia y violencia sexual» en Piedras Negras, ciudad del estado de Coahuila que colinda con Eagle Pass, Texas, donde en 2023 atendió un total de 95 casos de violencia sexual y a 177 personas víctimas de alguna agresión.
Entre los ataques, han documentado secuestros, heridas, golpes, amenazas y desaparición forzada de familiares por hechos de violencia durante el trayecto migratorio y en la frontera.
Los hechos «tienen un grave impacto en la salud física y emocional de las personas», advirtió Ryan Ginter, coordinador del proyecto de MSF en Piedras Negras.
«Las consecuencias van desde contusiones y traumatismos físicos, embarazos no deseados y contagios de enfermedades de transmisión sexual hasta desencadenar síntomas de ansiedad, depresión, estrés agudo y estrés postraumático», ahondó.
Las agresiones se registran mientras la presión de Estados Unidos a México se ha elevado porque, además de los niveles récord de migración, con más de 300.000 cruces irregulares en diciembre pasado en la frontera común, este 2024 coinciden las elecciones presidenciales de ambos países.
MSF cuestionó que Estados Unidos obligue a los migrantes a esperar en «ciudades hostiles» de la frontera norte de México mientras aguardan una cita de la aplicación CBP One con las autoridades estadounidenses.
«Esta herramienta ha mostrado ser insuficiente para gestionar los procesos de ingreso legal de las poblaciones que buscan bienestar y seguridad en ese país”, afirmó Ginter.