El gobierno del Perú anunció este miércoles que la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) anticipará para febrero su llegada al país para supervisar la campaña electoral y garantizar unos comicios generales «limpios, libres y transparentes».
«Hemos logrado que la misión de observación de la OEA adelante su presencia en nuestro país para el mes de febrero, de tal manera que pueda acompañar nuestro proceso electoral». También para asegurarse de que «el Ejecutivo cumple con sus normas de neutralidad», informó la primera ministra, Violeta Bermúdez.
Neutralidad
Durante la primera conferencia de prensa del presidente transitorio Francisco Sagasti, la jefa del Ejecutivo peruano añadió que, en los próximos días, se publicará el decreto sobre la neutralidad de los funcionarios y servidores públicos durante el proceso electoral de los comicios generales del próximo 11 de abril.
La norma se encuadra dentro del afán del gobierno de transición y de emergencia de garantizar unas elecciones «transparentes y neutrales», uno de los cinco ejes que Sagasti expuso a principios de diciembre ante el Congreso.
Indemnización
El Ejecutivo anunció también la aprobación de una comisión multisectorial para hacer seguimiento de las acciones a favor de los familiares de Jack Bryan Pintado y Inti Sotelo, los dos jóvenes fallecidos en noviembre durante las masivas protestas ciudadanas contra el gobierno del expresidente transitorio Manuel Merino.
La misión fundamental, según explicó Bermúdez, va a ser «proponer recomendaciones integrales de apoyo desde el Estado a estas familias, así como a las personas que han sido heridas», incluyendo la «subvención económica».
Cuando Sagasti asumió el mandato, tras la renuncia de Merino al conocerse estas dos muertes, el presidente pidió disculpas en nombre del Estado a los dos jóvenes y a sus parientes.
Un mes de gobierno
En la conferencia de prensa, celebrada un día antes de cumplir un mes al frente del gobierno de transición, Sagasti lamentó haberse encontrado una «situación bastante complicada en términos de gestión pública».
El presidente insistió en la dificultad de su gobierno para «tratar de calmar la situación», fruto de la inestabilidad política y la múltiple «rotación ministerial» de los Gobiernos que lo precedieron, que ha hecho que haya 51 ministros distintos solo en noviembre.
Sagasti aseveró que «la incertidumbre» ha «pasado factura» al Perú, que en las últimas semanas ha visto florecer una «cantidad enorme de demandas sociales que han sido insatisfechas por meses y por años», demandas «legítimas que hay que responder».
«No va a ser fácil pero saldremos adelante con el esfuerzo de todos», concluyó el mandatario.