La misión de expertos de Naciones Unidas que investigó sobre el terreno las protestas acaecidas en Ecuador del 3 al 13 de octubre, concluyó que en ellas hubo detenciones arbitrarias por parte de la policía. Además, que la actividad represiva de los agentes del orden no se ajustó a las normas.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos envió un equipo de expertos del 21 de octubre al 8 de noviembre.
El equipo determinó que en las protestas hubo al menos 9 muertos; 1.507 heridos, de ellos 435 miembros de las fuerzas de seguridad, y 1.382 detenidos, muchos de ellos arbitrariamente, informó en un comunicado el organismo.
A la vista de las conclusiones de la misión, la alta comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló que los disturbios tuvieron un alto costo humano.
Resaltó que las personas deberían poder expresar sus quejas sin temor a ser lesionadas o detenidas mientras que los manifestantes no han de recurrir a la violencia.
«Sin pruebas contra los detenidos»
«Víctimas y testigos denunciaron el uso reiterado por parte de las fuerzas de seguridad de gases lacrimógenos y perdigones disparados a corta distancia contra los manifestantes», lo que causó cientos de heridos y probablemente algunas de las muertes, concluyó la misión.
El informe resaltó como un patrón inquietante el gran número de detenciones presuntamente arbitrarias ordenadas durante toda la crisis.
Determinó que en varios casos, de forma masiva y sin pruebas concretas contra los detenidos, señalaron los resultados del informe.
Las personas entrevistadas por la misión sufrieron tratos crueles, inhumanos o degradantes. Además, denunciaron que no se observó el debido proceso. Estuvieron incomunicados y fueron trasladados a centros de detención no autorizados.
Exhortan al diálogo
A la vista de las conclusiones de la misión, Michelle Bachelet aseveró que los disturbios tuvieron un alto coste humano.
Además, resaltó que las personas tienen el derecho de expresar sus quejas sin temor a resultar lesionadas o detenidas.
La ex presidente de Chile instó a todos los actores en Ecuador a que dialoguen. Esto con el fin de prevenir nuevos conflictos y construir una sociedad inclusiva, intercultural y pacífica.
Pidió, asimismo, que se realicen investigaciones independientes, imparciales y transparentes sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos y abusos en Ecuador y el saqueo y la destrucción de propiedades públicas y privadas.