Ministros y funcionarios de Salud de 10 países latinoamericanos se reunirán este lunes en Cúcuta, Colombia, para analizar el fenómeno migratorio venezolano y determinar las medidas regionales que deben tomarse para atenderlo.
La III Conferencia Regional de Ministros de Salud buscará acordar planes conjuntos para atender a la diáspora de venezolanos y su impacto en los sistemas de salud de América Latina. Esto, debido a que, según la ONU, desde 2015 alrededor de cuatro millones de personas han abandonado el país.
De esa cifra, la gran mayoría buscó refugio en Colombia, en donde hay 1,4 millones de migrantes.
También, Perú (768.000), Chile (288.000), Ecuador (263.000), Brasil (168.000) y Argentina (130.000) son algunos de los destinos elegidos en la región por los venezolanos que huyen de la crisis política, social y económica que vive su nación.
La intención de los ministros será ubicar el asunto como «un tema fundamental en la agenda regional y mundial, con el fin de formular estrategias que ayuden a mitigar su impacto en América Latina», indicó el Ministerio de Salud colombiano en un comunicado.
Como parte de la agenda, los jefes de cartera y sus equipos técnicos empezarán la jornada de trabajo visitando el hospital Erasmo Meoz (Cúcuta). Por su nivel de atención y proximidad a Venezuela, este centro recibe un gran volumen de pacientes de ese país.
Allí harán un recorrido por las áreas de urgencias pediátricas, de adultos y ginecobstetricia, entre otras, para conocer la respuesta de Colombia en salud pública a la migración.
Recorrido en Cúcuta
Los funcionarios se trasladarán luego al Centro Nacional de Atención Fronteriza, en Villa del Rosario, localidad vecina a Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander.
También irán al Centro de Atención al Migrante y al comedor Divina Providencia, en donde se prestan servicios y atención humanitaria a los venezolanos.
Tras las visitas, los ministros se reunirán en el Puente de la Unidad, que comunica a Ureña con Cúcuta, para hablar sobre el Plan Estratégico Regional que estructura las acciones para atender el impacto de la migración.
En ese encuentro se presentará la propuesta de una Tarjeta Unificada de Vacunación para los migrantes y se definirán acciones en temas como VIH, malaria y salud mental, así como estrategias para incentivar la cooperación internacional.
Al finalizar el día los ministros harán una declaración sobre las decisiones adoptadas en la conferencia.
En el Puente de la Unidad, también conocido como Tienditas, están almacenadas toneladas de alimentos, medicinas y artículos de higiene personal destinadas a paliar la crisis en Venezuela.
El 23 de febrero se llevó a cabo un primer intento de enviar esa ayuda humanitaria desde Colombia, pero la acción terminó en desórdenes y con unos 285 heridos.
El pasado 20 de agosto el gobierno colombiano y el representante especial del Alto Comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados y de la Organización Internacional para las Migraciones para los refugiados venezolanos, Eduardo Stein, aseguraron que los recursos para atender a quienes han salido del vecino país son «insuficientes».
Hasta mayo de este año, de los 315 millones de dólares previstos para cubrir la crisis, la comunidad internacional había donado a Colombia «un 20,9%, es decir, 66 millones de dólares», aseguró el canciller Carlos Holmes Trujillo.
Con corte al 14 de agosto, la suma de dinero recibida aumentó a 96 millones de dólares, que equivalen al 30,4% de lo proyectado, todavía insuficientes para hacer frente a las necesidades de salud, educación, vivienda y trabajo de los inmigrantes venezolanos.