El ministro del Medio Ambiente de Brasil, Ricardo Salles, insinuó este jueves que Greenpeace podría estar detrás del derrame de petróleo que se ha extendido en los dos últimos meses por el litoral del noreste del país.
“Hay coincidencias en la vida, ¿no? Parece que el barco estaba justamente navegando en aguas internacionales, frente al litoral brasileño, justamente en la época del derrame del crudo venezolano”, afirmó Salles a través de sus redes sociales en el que había un video de un carguero de Greenpeace.
Tras las declaraciones, la organización expresó que el ministro dice “mentiras” para crear una “cortina de humo” en un “intento por esconder su incapacidad”. Anunció que tomará las “medidas legales, aplicables, contra todas las declaraciones” de Salles.
“Las autoridades tienen que asumir la responsabilidad y responder por el Estado de derecho por sus actos”, señaló Greenpeace en un comunicado.
“Mientras el petróleo continúa llegando a las playas del noreste, el ministro Ricardo Salles nos ataca insinuando que seríamos los responsables del desastre ecológico”, agregó la organización.
Piden una declaración
A su vez, el presidente del Congreso de Brasil, Rodrigo Maia, espetó a Salles en sus redes sociales. Dijo que espera un “posicionamiento oficial del Ministerio del Medio Ambiente”, en tanto que el titular de la cartera contestó que el buque de Greenpeace “confirma que navegó por la costa de Brasil en la época del surgimiento del crudo venezolano” y “no se dispuso a ayudar”.
“Ministro, gracias por la respuesta, pero su tuit hace una ilación innecesaria”, rebatió Maia en la conversación virtual.
Las pegajosas manchas de petróleo empezaron a aparecer el pasado 2 de septiembre. Desde entonces se han extendido por toda la costa del noreste de Brasil, que cuenta con unos 3.000 kilómetros de bellas playas de arena fina y aguas cálidas.
Greenpeace explicó que el buque Esperanza, al que Salles mencionó y actualmente está atracado en Montevideo (Uruguay), zarpó durante una campaña internacional que tiene como objetivo denunciar las amenazas en los mares.
En las últimas semanas, el ministro ha cargado en reiteradas ocasiones contra la organización no gubernamental, que denuncia la política de “desmonte” medioambiental del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
La víspera, un grupo de activistas protestó a las puertas del palacio presidencial de Planalto, sede del Ejecutivo, ante el cual recrearon una playa cubierta de petróleo, en alusión al desastre ambiental.
Al menos 19 personas vinculadas a Greenpeace fueron detenidas por participar en la manifestación, aunque todas ellas fueron liberadas horas más tarde.
“(Como) si no fuera suficiente no ayudar en la limpieza del petróleo venezolano en las playas del noreste, los ecoterroristas todavía depredan el patrimonio publico”, señaló Salles la víspera.
El gobierno ha cuestionado en diferentes ocasiones el papel de las ONG. El presidente Jair Bolsonaro llegó a insinuar que podrían estar detrás de los incendios que en los últimos meses se diseminaron por la Amazonía brasileña.