Una fuga bacterial en una fábrica biofarmacéutica el año pasado ocasionó el contagio de brucelosus a más de 3.000 personas, reveló una investigación.
El hecho ocurrió en localidad de Lanzhou, en el noroeste de China, reseñó Infobae citando un informe publicado este martes por la Comisión de Salud local.
Hasta el momento no se han reportado muertes como consecuencia de la enfermedad.
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Según repasó el medio local asociado al régimen de Beijing, Global Times, una fábrica de productos famacéuticos biológicos usó un desinfectante vencido para la producción de una vacuna para uso animal contra la Brucella, lo que provocó que no se esterilizara el gas residual que salía del tanque de fermentación de la producción.
Ese gas contenía bacterias y se esparció por la zona “por un corto período de tiempo”, según el informe, que menciona un lapso de casi un mes entre finales de julio y agosto de 2019 y subraya que se trató de un accidente.
La dirección del viento, reseña, llevó el gas hacia el Instituto de Investigación Veterinaria, lo que ocasionó un primer brote que infectó al menos a 181 personas del centro.
La transmisión entre humanos de la enfermedad es poco frecuente. La mayoría de las infecciones ocurren por consumo de comida contaminada.
Ese parece haber sido el caso en la ciudad china.
La brucelosis, también conocida como fiebre mediterránea, es una enfermedad que afecta a los seres humanos y puede transmitirse por contacto con ganado infectado.
También puede dañar los testículos masculinos, los ovarios femeninos y otros sistemas reproductivos, según el CDC de China.
Los síntomas más comunes incluyen dolores de cabeza, dolores musculares, fiebre y fatiga, que en ocasiones pueden volverse crónicos o nunca desaparecer.