El presidente argentino Javier Milei se declaró contrario al aborto legal aprobado en su país desde 2020 y consideró «asesinos» a sus partidarios, al pronunciar un discurso frente a estudiantes este miércoles, a dos días del Día de la Mujer.
«Para mí el aborto es un asesinato agravado por el vínculo. Se los puedo demostrar desde una perspectiva matemática, filosófica y desde el liberalismo», dijo el mandatario ultraderechista ante el auditorio de jóvenes de secundaria del colegio Cardenal Copella, establecimiento católico de Buenos Aires donde el presidente cursó estudios medios.
Milei calificó a quienes apoyaron la aprobación de ley como «los asesinos de los pañuelos verdes», en alusión al emblema que caracteriza las luchas feministas y que se convirtió en bandera del activismo por el aborto legal en Argentina.
Esta semana, Francia se convirtió en el primer país en inscribir en su Constitución la «libertad garantizada» a abortar, casi medio siglo después de su despenalización en ese país.
Contra el aborto
La alusión de Milei se produce dos días antes de la celebración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, cuando los colectivos feministas volverán a marchar en defensa de los derechos de las mujeres, la igualdad de género y para visibilizar la violencia machista.
En Argentina la marcha tendrá este año la consigna «Contra el hambre, el ajuste y la represión» para denunciar las consecuencias sociales del ajuste económico que lleva adelante el gobierno de Milei, cuando la inflación supera 250% interanual y la pobreza sobrepasa 50% de la población.
Desde que asumió el 10 de diciembre, Milei eliminó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y recientemente anunció el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), además de prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las Fuerzas Armadas y en toda la administración pública nacional.
Poco antes de que Milei viajara al Vaticano para una audiencia con el papa Francisco el 12 de febrero, la diputada Rocío Bonacci, del oficialista La Libertad Avanza, presentó un proyecto de ley para dar marcha atrás a la legalización del aborto y tipificarlo como un delito, aunque el gobierno aclaró luego que ese tema no era prioritario.
La ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo fue aprobada en diciembre de 2020 y puesta en práctica en enero de 2021 después de un debate que polarizó a la sociedad argentina y atravesó transversalmente a todas las fuerzas políticas.
Contempla la posibilidad de abortar hasta cumplidas 14 semanas incluso de gestación sin tener que explicitar los motivos, así como cuando el embarazo es resultado de violación y si está en peligro la salud o la vida de la gestante.