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Milei podría derogar una anticuada ley que protege a los niños argentinos de convertirse en hombres lobo

La ley, que se aprobó en 1974, permite a una pareja con siete hijos o siete hijas solicitar que el presidente se convierta en padrino/madrina del séptimo hermano del mismo sexo
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Las drásticas medidas de austeridad del presidente Javier Milei destinadas a mejorar la maltrecha economía argentina han dado mejores resultados en los últimos meses. 

La ambición de Milei de eliminar la burocracia y los trámites burocráticos se ha convertido en uno de los principales focos de atención de su gabinete, incluido el recorte de los presupuestos de obras públicas y la reducción drástica del gasto en educación. 

Su impulso para lograr y mantener un “déficit presupuestario cero” está liderado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, cuya principal función es reducir o eliminar leyes y decretos que limitan las libertades individuales, complican el comercio o crean aranceles innecesarios. 

Tras aprobar en julio un importante paquete de reformas, la Ley de Bases, Sturzenegger prepara ahora otro proyecto, denominado Ley Hojarasca. El proyecto, presentado al Congreso el 10 de octubre, pretende anular leyes creadas por gobiernos anteriores que ya no sirven para nada o que fueron sustituidas por otras. 

¿Cuál es la ley que corre peligro con las reformas de Milei?

Una ley peculiar que corre el riesgo de ser eliminada es una tradición argentina que permite al presidente convertirse en padrino del séptimo hijo consecutivo de parejas argentinas, para evitar que se conviertan en hombres lobo.

En efecto, la Ley 20.843 se aprobó en 1974, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón, pero en realidad la tradición tiene más de un siglo. 

La ley permite a una pareja con siete hijos o siete hijas solicitar que el presidente se convierta en padrino/madrina del séptimo hermano del mismo sexo. Según la ley, el presidente puede entonces enviar un representante al bautizo del niño, normalmente con una medalla de oro conmemorativa, y conceder una beca para su educación, una cantidad simbólica que oscila entre 150 y 300 dólares al año. 

¿De dónde viene esta tradición? “El mito llegó a la Argentina a través de Brasil, con el hombre lobo portugués o lobis-homen, que luego evolucionó a lobizón. Así, la mayoría de los casos de supuestos hombres lobo se registran en el noreste argentino”, explica a Argentina Reports el historiador y periodista Alejandro Galliano. 

El mito, muy arraigado en el campo argentino, cuenta que el séptimo hijo se convierte en hombre lobo durante las noches de luna llena. 

La idea de convertir al presidente en padrino del séptimo hijo de una familia fue introducida por inmigrantes alemanes de la región del Volga, que llegaron a Argentina a principios del siglo XIX y establecieron comunidades rurales en la región de la Mesopotamia nororiental, comprendida por las provincias de Misiones, Entre Ríos y Corrientes. 

“La tradición viene de Catalina, la Grande”, añade Galliano, en referencia a la dirigente rusa del siglo XVIII que creía en convertirse en la madrina del séptimo hijo para evitar que se convirtiera en hombre lobo: “Ambas tradiciones acabaron mezclándose aquí”.

El primer caso ocurrió en octubre de 1907 en Coronel Pringles, una ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires. El granjero ruso Enrique Brest y su esposa, Apolonia Holmann, pidieron al entonces presidente José Figueroa Alcorta que se convirtiera en padrino de su séptimo hijo. El presidente accedió y dio origen a una tradición que duró más de un siglo y se convirtió en ley en 1974, cuando el beneficio se amplió para incluir a las hijas. Ese año se creó la beca para financiar la educación del niño. 

“Era una forma de compensar la discriminación que supuestamente sufría el séptimo hermano, a causa de la leyenda del lobizón”, indica Galliano.

¿Cuántos niños se han convertido en ahijados del presidente argentino?

Se calcula que más de 12.000 niños se han convertido en ahijados o ahijadas de un presidente argentino en los últimos 117 años. El expresidente Alberto Fernández, que dejó el cargo en 2023, se convirtió en padrino de 66 niños, mientras que su predecesor, Mauricio Macri, lo hizo de 159. Antes que ellos, Cristina Fernández de Kirchner, de fuerte tendencia peronista, concedió el beneficio a 1.152 niños durante su mandato. 

Argentina Reports solicitó información a la Casa Rosada (el lugar de trabajo oficial de la presidenta) sobre la cantidad de pedidos de padrinos hechos al presidente Milei, pero no obtuvo ninguna cifra oficial, ni cuántos fueron efectivamente concedidos.

Noah Portillo, nacido el 10 de septiembre en Río Gallegos, podría convertirse en el primer séptimo hijo reconocido por Milei  Sin embargo, su destino como futuro hombre lobo puede estar en juego si se aprueba el proyecto de ley de Sturzenegger. “Es una figura medieval que no tiene cabida en una democracia moderna”, argumentó el ministro en un post en X, al anunciar el proyecto de Ley de Hojas Caídas. 

De hecho, explicó Galliano, la tradición ya no se sigue en Rusia, de donde es originaria, ni en ningún otro país.

Por Facundo Falduto. Es un periodista argentino radicado en Buenos Aires con más de 15 años de experiencia cubriendo temas de sociedad y política. Es reportero de Argentina Reports y también editor de Perfil, un tabloide semanal de Argentina. También escribe la columna política «Peor es laburar» en Substack.

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