Los cadáveres de ocho migrantes que fallecieron por un accidente que sufrió la embarcación en la que viajaban y fueron encontrados el viernes en una playa del estado mexicano de Oaxaca (sur) son chinos, informó el sábado la fiscalía regional.
«Se trata de personas originarias de China, tratándose de siete mujeres y un hombre (…) en situación de migración». Así lo reportó en un comunicado la institución.
Las víctimas viajaban a bordo de una embarcación manejada por un mexicano que partió el 28 de marzo de Tapachula, Chiapas, frontera con Guatemala, añadió la fiscalía.
La barca «se volteó» un día después, dejando varados en el mar a los ocho fallecidos, junto con el mexicano que los guiaba y un sobreviviente, añadió el comunicado.
La fiscalía no dio detalles sobre el estado o paradero del mexicano.
Los cuerpos de los migrantes emergieron en Playa Vicente, del municipio San Francisco del Mar, con costas en el Pacífico y parte del Istmo de Tehuantepec.
Autoridades mexicanas y diplomáticas de China trabajan en la identificación de las víctimas, concluyó el comunicado.
El Istmo de Tehuantepec es una de las rutas que usan los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.
Migración asiática
Miles de migrantes cruzan México cada año para llegar a territorio estadounidense huyendo de la violencia y la pobreza en sus países, en su mayoría de Centroamérica.
Pero la inmigración de otras latitudes también es constante.
De acuerdo con cifras oficiales, «los extranjeros en situación irregular también provienen de Asia y África. Entre enero y agosto de 2023 ingresó al país población de China, India, Senegal, Mauritania, y Uzbekistán».
El aumento en el flujo de migrantes ha saturado las instalaciones migratorias mexicanas y los albergues en las ciudades fronterizas del país.
La tragedia de Oaxaca se registra luego de que una corte de Estados Unidos determinó mantener en suspenso una ley de Texas respaldada por los republicanos que permite a la policía estatal detener y expulsar a los migrantes que crucen ilegalmente desde México.
Los migrantes indocumentados sufren asaltos, secuestros, y otros crímenes por parte de delincuentes cuando atraviesan el país latinoamericano, y también accidentes fatales de carretera cuando los trasladan traficantes de personas.
A finales de diciembre, 26 venezolanos y seis hondureños terminaron secuestrados en el estado de Tamaulipas (noreste). Esto con el propósito de extorsionar a sus familiares, aunque los liberaron cuatro días después.
Además, de ser blanco del crimen organizado, los extranjeros indocumentados también suelen sufrir en México violaciones a sus derechos cuando están bajo resguardo de autoridades migratorias.
Uno de los episodios más trágicos se registró el 27 de marzo de 2023, cuando 40 personas, en su mayoría venezolanos, murieron en un incendio en el calabozo de una estación migratoria en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.
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