Migrantes bajo la custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos en California denunciaron que fueron puestos en confinamiento ilegal en solitario tras quejarse de sus condiciones de detención y de los guardias, informaron este miércoles grupos que los representan.
Dos quejas al respecto fueron presentadas ante la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Los migrantes, detenidos en los centros de ICE de Caléxico y Mesa Verde, en California, aseguran que fueron víctimas de represalias y enviados a confinamiento solitario después de que presentaran quejas sobre el comportamiento de los guardias y las condiciones en las instalaciones.
Detallan que Pedro Figueroa, quien participó en una huelga por las malas condiciones en el centro de Mesa Verde en junio, fue puesto en confinamiento solitario durante seis días.
Deterioro significativo de la salud
Otro caso es el de Isaac Cardona Hernández, quien estuvo confinado en una pequeña celda durante 28 días. Apenas se podía mover, detalla la queja.
«Durante su encierro, la salud mental de Cardona Hernández se deterioró y comenzó a tener pensamientos suicidas», agrega.
La denuncia también explica el deterioro significativo de la salud del migrante Álvaro Galindo. Pasó más de 130 días detenido después de llegar en enero al centro de detención en Caléxico, cerca a la frontera con México.
California Collaborative for Immigrant Justice, Innovation Law Lab, Freedom for Immigrants y la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU) respaldaron las denuncias de los migrantes sobre los castigos que consideran injustificados.
Las organizaciones subrayaron que los migrantes afectados dijeron que los funcionarios de estos centros de detención han tomado medidas agresivas para tratar de suprimir sus voces. «Incluidos los intentos de transferirnos fuera del estado y la colocación ilegal en confinamiento solitario».
«Estas instalaciones funcionan infundiendo miedo e intimidación para que no denunciemos estos abusos. Estamos unidos y continuaremos alzando nuestras voces para hacer que estas instalaciones rindan cuentas», advirtieron.