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Merkel destaca el valor de la prensa crítica en tiempos del coronavirus

por Avatar EFE

La canciller alemana Angela Merkel destacó el valor de la prensa crítica contra los totalitarismos, especialmente en los tiempos actuales marcados por el coronavirus, y la necesidad de discernir entre información veraz y mentiras.

«Los periodistas deben poder confrontar a un gobierno y a todos los actores políticos con una perspectiva crítica», declaró Merkel en su mensaje semanal a sus compatriotas, dedicado al 75 aniversario de la prensa libre surgida tras el caída del nazismo.

La democracia necesita «hechos e información», capaces de discernir entre «verdad y mentira» y, a la vez, de proyectar «distintas perspectivas de la realidad y diversidad de opiniones», estimó.

Merkel recordó en su mensaje la aparición de los primeros exponentes de prensa libre «bajo licencia de los aliados», tras la capitulación del Tercer Reich, el 8 de mayo de 1945. Y, a continuación, pasó a la situación creada por la pandemia del coronavirus.

La líder alemana salió al paso a las afirmaciones de ciertos sectores, según los cuales los medios dan una opinión sesgada de la realidad. «Yo no lo veo así, al contrario», opinó.

«Cada día aprendemos algo, sobre todo de la ciencia, que nos proporciona nuevos conocimientos. Es absolutamente importante que los entendamos y para eso tenemos la oferta mediática, tanto de los medios públicos como privados, analógicos y digitales», añadió

Merkel concluyó su mensaje recordando la situación que se vive bajo regímenes autoritarios y lamentó los «ataques que sufren también en nuestra sociedad democrática los periodistas».

Hostilidad y protestas

En las últimas semanas se registraron sucesivas agresiones a equipos de la televisión pública alemana y otros profesionales de los medios en manifestaciones de distinto signo convocadas en contra de las restricciones impuestas para frenar la pandemia.

El sábado hubo en contra de las medidas adoptadas por el gobierno en varias ciudades alemanas, desde Berlín a Múnich, Hamburgo y Stuttgard.

En la capital no se permiten concentraciones de más de 50 personas, pero en Stuttgard el límite es de 5.000 asistentes.

En esas marchas se ha observado una creciente presencia de grupos ultraderechistas, mezclados con defensores de teorías de la conspiración, extremistas de izquierdas o ciudadanos contrarios a las restricciones por distintos motivos, incluidos económicos.

En Alemania se impuso frente a la pandemia la norma del distanciamiento físico y social, pero siguieron permitidas las salidas de a dos o en núcleos de convivencia, así como el deporte individual al aire libre.

En las últimas semanas se ha procedido a la reapertura gradual de los comercios, actividades escolares, se han reducido los controles fronterizos y empezado a activar el turismo interno y la hostelería.

Alemania se sitúa en la octava posición a escala mundial en cuanto a contagios, tras Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, España, Italia, Francia y Brasil. El Instituto Robert Koch (RKI), competente en la materia en el país, ha verificado hasta ahora 173.772 contagios, de los cuales 152.600 son pacientes recuperados, mientras que la cifra de víctimas mortales se eleva a 7.881.