La canciller alemana, Angela Merkel, se reunirá este lunes con las farmacéuticas para abordar los problemas de suministro de vacunas del coronavirus, en un entorno de creciente tensión, frustración y desconfianza.
No está previsto que el encuentro, en el que participan también los jefes de gobierno de los 16 estados federados alemanes, sirva para producir un acuerdo formal, pero sí para limar asperezas y elevar la presión sobre BioNTech/Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
«La gente está totalmente desconcertada. Debe haber de una vez por todas un plan de suministro fiable para las próximas semanas y meses», asegura el presidente de Baviera, Markus Söder, en declaraciones que publicó este domingo el diario «Augsburger Allgemeine».
La campaña de vacunación ha sido desde antes de su inicio, a finales de diciembre, una fuente de controversias y decepciones. A la lentitud de su arranque, la escasez de vacunas y los problemas burocráticos para organizar las citas, se ha sumado el choque con las farmacéuticas.
La cuestión es particularmente relevante porque de las vacunas dependen no sólo el fin de la crisis sanitaria y el inicio de la recuperación económica, sino el contexto en el que se celebren las elecciones generales del 26 de septiembre, las primeras desde 2005 a las que no se presenta Merkel.
Fallos en el suministro
La vacuna de la biotecnológica alemana BioNTech y la farmacéutica estadounidense Pfizer, la primera autorizada en la UE, fue también la primera que anunció -la semana pasada- que no podía cumplir con los plazos previstos por una remodelación de la producción para elevar sus capacidades.
Sin embargo, BioNTech/Pfizer ya ha superado el cuello de botella y entregará en la próxima semana las dosis previstas, según informó este sábado el semanario «Der Spiegel» basándose en la última lista de suministros que la farmacéutica ha enviado al Gobierno alemán.
La semana pasada fue la anglosueca AstraZeneca la que reconoció problemas de suministro, lo que desembocó en un rifirrafe con la Comisión Europea, con quien había negociado los términos del acuerdo para proveer de su vacuna a la UE.
Este sábado, por último, se apuntó que también la estadounidense Moderna podría tener dificultades para cumplir con lo acordado en Alemania. El alcalde gobernador de la ciudad-estado de Hamburgo, Peter Tschentscher, denunció que también esta farmacéutica iba a suministrar la próxima semana menos dosis de las inicialmente previstas.
«Ahora comunica la Cancillería que también las entregas de la vacuna de Moderna prometidas van a reducirse. ¿Cómo se puede así planificar la vacunación?, se quejó Tschenscher en Twitter.
Alemania registró en las últimas 24 horas 11.192 nuevos casos de coronavirus y 399 muertes, según el Instituto Robert Koch de virología, confirmando la tendencia a la baja de la última semana. La incidencia acumulada en siete días sigue asimismo descendiendo y se sitúa en los 90,2 casos por cada 100.000 habitantes.
El Gobierno alemán y los estados federados no tienen sin embargo intención de relajar por el momento las restricciones, como apuntó este domingo en el diario «Welt am Sonntag» el ministro de Economía, Peter Altmaier, por el riesgo que suponen las nuevas y más contagiosas variantes del coronavirus.