Al menos cinco personas murieron este lunes y otras 13 resultaron heridas cuando un autobús irrumpió en la acera y se precipitó en la entrada de una estación de metro, en el oeste de la capital rusa, informó la Policía de Moscú.
De acuerdo con la versión policial, el atropello masivo podría haberse debido a un fallo técnico o a que el conductor del autobús, que se encuentra detenido, y quien perdió el control del vehículo.
En las imágenes divulgadas por medios locales se puede ver como el autobús, que estaba detenido en una parada, repentinamente se sube a la acera y baja a gran velocidad por la escalera del paso subterráneo que da a la estación de metro Slaviánski Bulvar, donde habría aplastado a varios transeúntes y quedó empotrado.
Medios oficiales indicaron que «no se baraja» la posibilidad de un atentado.
El siniestro ocurrió en día laborable, ya que la Navidad ortodoxa en Rusia se celebra el 7 de enero.
Fuentes próximas a la investigación dijeron a la agencia Interfax que el conductor del autobús no se hallaba bajo los efectos del alcohol.
En los últimos meses las autoridades locales han tomado medidas especiales de seguridad, como la instalación de bloques de hormigón junto a las aceras, para evitar atropellos masivos perpetrados por terroristas.