La esposa del príncipe Harry, Meghan Markle, visitó el martes la sede de una asociación caritativa de Vancouver. Es su primera salida pública después de que la pareja anunciara su renuncia a sus obligaciones protocolares y dividir su vida entre Reino Unido y Canadá.
«Miren con quién tomamos el té hoy», escribió en su cuenta de Facebook el Downtown Eastside Women’s Centre. Esta institución se dedica a ayudar a mujeres y niños en dificultades en esa ciudad de la costa oeste de Canadá.
La asociación publicó una foto de sus miembros alrededor de Markle, en un ambiente casual.
«Ella fue sencilla y adorable», dijo la directora del centro, Kate Gibson, a la cadena pública CBC.
«Simplemente quería conocer la asociación. Nosotros sabemos que ella va a venir a Canadá y puede ser que a la costa oeste», detalló. «Yo pienso que ella no quiere pasar por una extranjera, quiere conocer a la gente».
Markle pasó poco más de una hora en el centro. Gibson precisó que la visita se organizó rápidamente. El centro recibió el lunes un correo electrónico «un poco misterioso» de un asistente de Markle, que quería saber si la duquesa podía visitar el lugar.
«Ella estuvo fantástica», insistió Gibson.
El príncipe Harry y Meghan Markle pasaron las fiestas de fin de año en Canadá, con su hijo Archie. La ex actriz estadounidense conoce bien ese país, en el que vivió durante varios años mientras participaba en la serie de televisión Suits.
A regañadientes, la reina Isabel II de Inglaterra accedió a que su nieto y su esposa establezcan una «nueva vida». Se acordó con ellos un «periodo de transición».
Antes, una encuesta de Angus Reid Institute encontró que a pesar del afecto que los canadienses le tienen a la pareja real, 73% no desea hacerse cargo de su seguridad y otros costos por su mudanza a Canadá.
Solo 19% dijo estar de acuerdo en cubrir los costos, mientras que 3% estuvo de acuerdo con que Canadá pague todos los gatos.
Los medios de comunicación de Canadá han estimado que los costos de protección del príncipe Harry y Meghan pueden ser de aproximadamente 1,3 millones de dólares al año.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha tomado una posición pública al respecto, diciendo que hay «discusiones en curso» al tiempo que da una cálida bienvenida a la pareja.