Hace pocos días se registró la muerte de Bruno Barros, de 29 años de edad, y Yan Barros, de 19 años, dos brasileños que fueron asesinados tras intentar robarse cinco kilos de carne del supermercado Atakadão Atakarejo, situado en una favela del municipio de Salvador Bahía, en Brasil.
El medio español El País reseñó que Bruno y Yan fueron sorprendidos por las autoridades del establecimiento comercial, quienes presuntamente habrían entregado a los dos hombres a una organización criminal de la zona para que los matara luego de que no pagaran el dinero del alimento robado, el cual costaba 700 reales brasileños, unos 128 dólares americanos.
El hecho, que se presentó en la favela Nordeste de Amaralina, dejó consternados a los familiares de las víctimas, quienes se pronunciaron sobre lo sucedido.
En declaraciones para el medio citado, una amiga de Bruno comentó: “Llamé y le pedí a uno de los vigilantes que mandara el número de la cuenta bancaria para abonar una parte del dinero (250 reales) mientras conseguíamos el resto de la plata, pero los empleados del establecimiento no aceptaron las condiciones. Luego me llamó y me dijo ‘llama a la Policía para que me detengan, el vigilante está entregándome a los traficantes en el aparcamiento, voy a morir’. Llegué a llamar al 190 (teléfono de la Policía brasileña), denuncié que había varios hombres armados en el supermercado, pero no sirvió de nada”.
El País señaló que Bruno y su sobrino fueron agredidos en el parqueadero del local antes de ser entregados a un grupo de delincuentes de la zona, quienes, según algunos testigos presenciales del hecho, los terminaron de rematar y arrastraron por las calles de Nordeste de Amaralina.
Luego, sus cuerpos fueron colocados en el baúl de un carro que fue encontrado por las autoridades locales en una región del municipio de Brotas, en Brasil.
En entrevista con el medio, Elaine Costa Silva, madre de Yan, narró cómo fue la búsqueda del cuerpo de su hijo.
“Primero llamamos al Departamento de Policía Técnica, pero no habían encontrado ningún cuerpo en el Instituto de Medicina Legal. Conseguí el número del Departamento de Homicidios y Protección a la Persona y me dijeron que no había ninguna noticia en Nordeste de Amaralina, pero que habían hallado dos cuerpos en el maletero de un coche en Polêmica”, aseguró Silva.
Tras los análisis correspondientes, las autoridades locales confirmaron que los dos cadáveres encontrados eran los de Bruno y Yan Bariios.
Reacciones sobre el crimen
Inicialmente las autoridades locales informaron que varios testigos del hecho ya han testificado y que las investigaciones continúan.
Por su parte, de acuerdo con El País, el supermercado donde habría comenzado el incidente se pronunció a través de un comunicado en el que desaprobó el comportamiento de sus empleados y anunció que ya los despidieron. Adicionalmente, aseguró que están colaborando con las autoridades locales para esclarecer más detalles de lo que ocurrió.
“Atakarejo es una empresa seria, sólida y cumple las normas legales y no consiente ningún tipo de acción delictiva. La empresa repudia vehementemente cualquier clase de violencia y se solidariza con la familia de las víctimas en esta situación tan difícil (…) esperamos que se concluyan las investigaciones para el esclarecimiento del caso y el castigo de todos los culpables”, escribieron en el mensaje.
A pesar de esto, Jacó, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de Bahía y diputado regional del Partido de los Trabajadores, fue más allá y pidió que el establecimiento comercial le explicara a la población si tiene algún tipo de vínculo con bandas criminales de la zona.
“Si el gerente los llamó, es porque había algún tipo de autorización por parte de Atakarejo. Ocurrió un incidente, y la dirección de la empresa tomó una actitud cobarde. De haber sido el dueño de algún bar, ya lo habrían detenido. Es el dueño de una cadena de supermercados el que se niega a comentar el caso. Atakarejo hace como si no existiera. ¿Es el narcotráfico quien se encarga informalmente de la seguridad de Atakarejo?”, manifestó Jacó.
El viernes, varios ciudadanos brasileños salieron a manifestarse por el asesinato de Bruno y Yan Barrios. Incluso, algunos de los protestantes se desplazaron hasta el local donde ocurrió el hecho para hacerle un homenaje a las víctimas.