Irán ejecutó a más de 500 personas en lo que va de 2022, una cifra mucho más alta que en todo el año pasado, afirmó este lunes una ONG de defensa de los derechos humanos.
La ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega, dijo a AFP que al menos 504 personas fueron ejecutadas este año y que estaba en proceso de confirmar otros casos adicionales de personas que supuestamente habrían sido ahorcadas.
Esta cifra se suma a las crecientes preocupaciones ante el uso de la pena de muerte por parte de las autoridades iraníes contra las personas que participaron en las protestas contra el régimen que estallaron en Irán en septiembre.
Las cifras de IHR incluyen a cuatro personas ejecutadas el domingo acusadas de pertenecer al servicio de inteligencia israelí, según medios oficiales.
El grupo de defensa de los derechos humanos sostuvo que esas personas fueron ejecutadas en la prisión Rajai Shahr en Karaj, cerca de Teherán, también conocida como Gohardast, tras siete meses de detención.
«Estos individuos fueron sentenciados a muerte sin el debido proceso ni un juicio justo, detrás de las puertas cerradas del Tribunal Revolucionario», dijo el director de IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam, en un comunicado.
«Sus sentencias carecen de cualquier tipo de validez legal», afirmó Amiry-Moghaddam, quien agregó que estas ejecuciones «están dirigidas a crear temor social y distraer la atención pública de los fallos en la inteligencia de la República Islámica».
Una de las persona ahorcadas recientemente es una mujer ejecutada el pasado sábado en Dastgerd, en el centro de Irán, bajo la acusación de haber matado a su suegro, subrayó IHR.
Las grupos a favor de los derechos humanos están alarmados por la cantidad de mujeres ejecutadas en Irán, a menudo bajo cargos de haber asesinado a parejas o familiares en relaciones abusivas.
IHR afirmó que el número de personas ejecutadas en 2022 es el más alto de los últimos cinco años.
Según estos datos, al menos 333 personas fueron ejecutadas en 2021, un aumento de 25% comparado con las 267 de 2020.
Amnistía Internacional, por su parte, estableció el número de ejecuciones en Irán del año pasado en 314, una cifra más alta que cualquier otro país en el mundo, aunque en China, cuyos datos no está disponibles, podrían tratarse de miles.
Seis personas ya fueron sentenciadas a muerte por las protestas en Irán, que según IHR son «juicios amañados sin acceso a sus abogados ni a las debidas garantías procesales».
La ONG dice que 26 personas, incluidos 3 menores, enfrentan cargos que podrían sentenciarles a ser ahorcados.
Las autoridades describieron a los acusados como alborotadores que atacaron a las fuerzas de seguridad y edificios públicos, pero las circunstancias de los casos son cuestionadas por los activistas.