Más de 40 intelectuales de España y países latinoamericanos firmaron un manifiesto contra el asedio de regímenes dictatoriales a la libertad de expresión, una iniciativa liderada por la escritora nicaragüense Gioconda Belli, despojada de su nacionalidad por el gobierno del presidente Daniel Ortega.
«La literatura, siempre del lado de la libertad y de la democracia» es el título del documento, suscrito también por intelectuales de Nicaragua, Perú, México, Colombia, Argentina, Venezuela y Cuba, y que se leerá el próximo viernes en la Feria del Libro de Madrid.
Belli compartirá la lectura con la escritora española Rosa Montero, el opositor cubano Yunior García y el autor venezolano Juan Carlos Chirinos.
Entre febrero y marzo pasado, las autoridades nicaragüenses retiraron la nacionalidad «por traición a la patria» a más de 300 personas entre opositores y críticos a Daniel Ortega, incluida Belli.
Entre los firmantes figuran Héctor Abad Faciolince, Alberto Anaut, Nuria Azancot, Valeria Correa-Fiz, Antonio Lucas, Inés Martín Rodrigo, Joan Manuel Serrat, Juan Cruz, Alfonso Mateo-Sagasta, Soledad Puértolas, Carme Riera, Germán Solís, Dani Torregrosa, Manuel Vilas, Juan Villoro, Alexis Díaz Pimienta y Fernando Iwasaki.
Demandan democracia y el respeto de los derechos humanos en aquellos países «donde los regímenes totalitarios dejaron un rastro de muerte, cárcel, despojo, confiscaciones y destierro» para quienes se oponen a las dictaduras.
«Países donde se define a los críticos como traidores a la patria y se les condena en farsas que llaman ‘juicios’ sin pruebas ni derecho a la defensa —aseguran—. Países donde la ciudadanía está sometida a un régimen de terror y espionaje, se despoja a los ciudadanos de su nacionalidad, se les confiscan sus bienes, se les empuja al destierro y se les prohíbe el retorno».
Son países «donde se cierran academias de la lengua y se clausuran festivales de poesía, se silencia a la sociedad civil y los medios de comunicación independientes son enmudecidos», lamentan.
Y destacan la necesidad de no permitir que el olvido y la indiferencia caigan sobre estas situaciones y la de apoyar a los escritores, artistas y medios de comunicación que, desde el exilio, lo denuncian.
Los firmantes animan a los escritores a trabajar activamente y de forma coordinada en esta lucha contra los abusos y las violaciones de los derechos humanos.