Un total de 2.369 personas han sido detenidas en Ecuador durante los primeros 10 días de la declaración por parte del gobierno de un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado, de los cuales 158 fueron arrestados por presunto terrorismo.
La cifra se desprende de un balance del gobierno de Ecuador publicado este viernes sobre las operaciones policiales y militares realizadas en el territorio nacional bajo este nuevo escenario, donde 22 bandas del crimen organizado han sido consideradas como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales.
Entre el 9 y el 19 de enero las autoridades ecuatorianas también afirman haber ultimado a cinco presuntos miembros de estas bandas ahora catalogadas como terroristas, mientras que dos policías fueron asesinados y otros 11 fueron liberados de distintos secuestros ejecutados aparentemente por estas mafias.
Durante este periodo se han incautado 885 armas de fuego, 1.069 armas blancas, 64 alimentadoras de armas, cerca de 26.000 balas y 4.639 explosivos.
Las fuerzas del orden de Ecuador han decomisado también más de 6,3 toneladas de drogas y más de 18.500 dólares en efectivo.
De acuerdo con el balance del Ejecutivo, en estos 10 días hubo 13 atentados a infraestructuras públicas y privadas y a 12 establecimientos policiales.
Las fuerzas del orden han desplegado 26.390 operativos y han aprehendido 15 embarcaciones.
En medio del estado de excepción y del conflicto armado interno, con los militares a cargo de la seguridad, el miércoles fue asesinado el fiscal César Suárez, quien estaba a cago de las investigaciones de la incursión armada al canal TC televisión el 9 de enero, en Guayaquil, que terminó con el arresto de 13 personas.
La Justicia ordenó la prisión preventiva de dos presuntos implicados en el asesinado del fiscal Suárez.
El «conflicto armado interno» fue declarado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, el 9 de enero ante una oleada de atentados y acciones violentas atribuidas al crimen organizado, que incluyeron el secuestro y asesinato de policías, alertas de explosiones, vehículos incendiados y motines simultáneos en cárceles con toma de rehenes, ahora liberados.
Con más de 200 funcionarios de prisiones como rehenes en total, los motines carcelarios en al menos siete centros de reclusión se mantuvieron activos hasta el pasado sábado por la noche, cuando lograron ser liberados todos, salvo un guardia carcelario que falleció en un presunto tiroteo aún no aclarado por las autoridades.
Durante estos motines se fugaron cerca de 90 presos, entre ellos Fabricio Colón Pico, considerado uno de los cabecillas de la banda Los Lobos y señalado de presuntamente planear un atentado contra la fiscal general, Diana Salazar.
Antes de esos episodios había huido José Adolfo Macías Villamar, más conocido como Fito, el líder de Los Choneros, una de las bandas más violentas del país, y catalogadas ahora por el gobierno de Daniel Noboa como «terroristas».