El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, defendió que se debe apartar a los curas sospechosos de pederastia cuanto antes para evitar más víctimas después de que las diócesis de Lisboa y Oporto decidieran mantener en activo a 12 curas señalados.
«Entiendo que es una cuestión tan obvia, tan obvia, tan obvia de prevención y de tomar medidas cautelares, para salvaguardar a posibles nuevas víctimas y salvaguardar a los eventuales involucrados, que creo que una reflexión cuidadosa llevará a que se haga lo que en un primer momento, incomprensiblemente, no se hizo», afirmó el jefe de Estado.
Además, insistió en que esta medida se debe aplicar «cuanto más deprisa, mejor».
Rebelo de Sousa realizó este sábado estas declaraciones a los periodistas, luego de los cuestionamientos por el anuncio realizado este viernes por las diócesis de Lisboa y Oporto, que informaron que tienen 12 curas sospechosos de pederastia en activo, pero que por ahora no van a apartarlos cautelarmente porque están a la espera de tener más datos sobre las acusaciones.
Más de 4.800 víctimas
La lista con los nombres de los sacerdotes surge de un informe divulgado en febrero por una comisión de expertos que investigó la dimensión de la pederastia en la Iglesia católica lusa desde 1950 hasta la actualidad. Esta recoge que hay más de 4.800 víctimas y cerca de un centenar de sacerdotes sospechosos en activo.
La Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) informó hace una semana que dejaba a criterio de cada diócesis las medidas a implementar sobre los curas señalados. Sin embargo, hasta la fecha solo se ha apartado a cinco sacerdotes.
Para Rebelo de Sousa, la primera medida es «no tardar más tiempo», seguido de «asumir responsabilidad plena». También sugirió «tomar medidas preventivas, que significa apartar del ejercicio de funciones o de responsabilidades pastorales a quien debe apartarse por esas medidas preventivas y mostrar la voluntad de reparar a las víctimas».
Estas declaraciones de Marcelo Rebelo de Sousa, católico practicante, van en línea con las que realizó este pasado jueves en una entrevista a los medios Público y RTP. En ese momento mostró su «desilusión» por la reacción de la CEP ante los más de 4.800 abusos a menores destapados.
«La posición de la Conferencia Episcopal fue una desilusión. Se quedó corta en todos los puntos que eran importantes», alegó el jefe de Estado en la entrevista. Subrayó que «lo más grave» fue la falta de responsabilidades asumidas.
«¿Por qué no responde la Iglesia católica por actos practicados por alguien que, además de invocar el oficio de la fe, es representante de una Iglesia, certificada, legitimada, encomendada para hablar de su misión pastoral? ¿Cómo? ¡Es incomprensible!», añadió.
Curas, pederastia y la Iglesia
Las diócesis lusas que decidieron suspender a sacerdotes señalados en sus regiones hasta el momento han sido las del archipiélago de Azores, que apartó preventivamente a dos. Évora (1), Guarda (1) y Braga (1).
En Braga hay otro que ya sometieron a un proceso canónico por pederastia y al que se aplicaron «medidas disciplinarias». La archidiócesis matizó que si se comprueba que hay «hechos nuevos» se iniciará un procedimiento adicional.