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Manifestantes vuelven a desafiar la represión en Irán

por Avatar EFE

Los manifestantes volvieron a salir este sábado a las calles en varias ciudades de Irán para denunciar la muerte de la joven Mahsa Amini, desafiando la sangrienta represión de las protestas que se iniciaron hace un mes.

Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, murió el 16 de septiembre, cuando se encontraba bajo custodia de la policía de la moral en Teherán por supuestamente infringir el estricto código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica.

Las autoridades afirman que la joven murió de una enfermedad y no de «golpes», según un informe médico rechazado por su padre. Según su primo, murió tras «un violento golpe en la cabeza».

Situación en Irán

La indignación provocada por su muerte ha desatado la mayor ola de manifestaciones y violencia en Irán desde las protestas de 2019 contra la subida de precios de la gasolina en este país petrolero.

Las protestas se propagan pese a los cortes de las redes sociales más populares y están encabezadas por mujeres jóvenes, que queman sus velos y no vacilan en enfrentarse a la policía.

«¡Los mulás deben marcharse!», coreó el sábado un grupo de alumnas sin velo en la Escuela técnica y profesional Shariati de Teherán, según un video publicado en internet.

Al Hamedan, al oeste de la capital, los manifestantes lanzaron proyectiles contras las fuerzas de seguridad cerca de una importante rotonda, según imágenes verificadas por la AFP.

También hubo marchas en Ardabil (noroeste), segun pudo verse en videos publicados en Twitter.

Los comerciantes hicieron huelga en Saqez, la ciudad originaria de Amini, en la provincia de Kurdistán, y en Mahabad, también en el noroeste, según el medio social 1500tasvir, que cubre ls manifestaciones.

«Colegiales del pueblo de Ney, en Marivan (oeste), prendieron fuego en la calle y gritaron cánticos antigubernamentales», señaló Hengaw, un grupo de defensa de los kurdos iraníes con sede en Noruega.

Grupos de jóvenes también se anifestaron en las universidades de Teherán, Isfahán (sur) y Kermanshah (noroeste), según imágenes compartidas en internet.

«¡El principio del fin!»

Los manifestantes respondieron a un llamamiento en línea bajo el lema «¡El principio del fin!» del régimen.

Los activistas llaman a los ciudadanos a manifestar en lugares donde no estén presentes las fuerzas de seguridad y a corear «Muerte al dictador», en referencia al líder supremo Alí Jamenei.

En respuesta, el Consejo Islámico de Coordinación del Desarrollo, encargado de organizar manifestaciones oficiales, urgió a la población a expresar «su enojo revolucionario ante los sediciosos y los alborotadores».

Miembros retirados de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica, también se congregaron el sábado, según el periódico reformista Shargh.

En el mitin, un comandante de los Guardianes dijo que tres miembros de la milicia paramilitar Basij murieron y 850 resultaron heridos en Teherán desde el inicio de la «sedición», indicó la agencia de noticias oficial Irna.

Las protestas, que entran en su quinta semana, han dado lugar a manifestaciones de solidaridad en otros países.

Estados Unidos y la Unión Europea determinaron sanciones contra funcionarios iraníes implicados en la represión que ha dejado ya al menos 108 muertos, incluidos 23 menores de 11 a 17 años, según Amnistía Internacional.

Apoyo de Biden

El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el viernes que su país está «junto a los ciudadanos, a las valientes mujeres de Irán» y llamó a las autoridades a «poner fin a la violencia contra sus propios ciudadanos».

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, acusó en varias ocasiones a Estados Unidos, enemigo declarado de Teherán, de querer desestabilizar su país.

Antes de que la UE imponga sanciones a Teherán el lunes, el jefe de la diplomacia iraní, Hosein Amir-Abdolahian, pidió al bloque que adopte una «visión realista» frente a las manifestaciones.

Irán es un «pilar de una estabilidad y una seguridad duraderas en la región», recordó el ministro durante una conversación telefónica el viernes con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Tras una vasta campaña de detenciones contra artistas, disidentes, periodistas y deportistas, el cineasta iraní Mani Haghighi afirmó que su país le prohibió viajar al Reino Unido para el Festival de Cine de Londres, a raíz de su apoyo a los manifestantes.

En un mensaje de video difundido el viernes en Twitter, Haghighi calificó las protestas de «gran momento en la historia».