Una multitudinaria concentración se realizó este miércoles en la ciudad costera de Guayaquil. Sus principales autoridades clamaron por la paz en este país convulsionado por las protestas sociales contra la eliminación de los subsidios a los combustibles.
La multitud de personas se agolpó en la avenida 9 de Octubre que desemboca en el malecón de la ciudad. Allí se ubicó una tarima desde la que hablaron las principales figuras políticas de la urbe.
La alcaldesa guayaquileña, Cynthia Viteri, recordó que la concentración por la paz se da en un día en que su ciudad celebra los 199 años de su independencia colonial. Pero dijo que paradójicamente también busca responder al intento de grupos que intentaron protestar en la ciudad.
También en respuesta a que en la capital ecuatoriana, Quito, una manifestación de obreros y estudiantes se tornó violenta al tratar de llegar al casco colonial de la ciudad, donde se encuentra el palacio de gobierno.
Las manifestaciones buscan la derogación de la eliminación del subsidio de los combustibles y rechazan un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional.
Viteri, tras recordar la gesta libertaria de Guayaquil del 9 de octubre de 1820, dijo que la historia parece que se repite y que ahora a los guayaquileños les toca defender a la ciudad de las protestas.
Aseguró que la multitudinaria concentración de esta tarde no es solo por Guayaquil, sino por el Ecuador entero.
“La democracia no caerá en las calles de nuestra ciudad”, añadió Viteri.
El ex alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, justificó las manifestaciones indígenas que se han producido en el país contra el alza del precio de los combustibles. No obstante, señaló que la situación caótica en ciudades como Quito no se replicará en la suya.
“Eso en Guayaquil no va a pasar”, añadió Nebot. El ex funcionario señaló que grupos de manifestantes intentaron ingresar en Guayaquil, pero que fueron detenidos en el sector de Durán.
“Ese fue un gesto de desafío”, añadió Nebot, que implicó en esos actos a personas desligadas de las reivindicaciones indígenas. A su juicio, han sido identificadas como provocadores violentos.
“Esta es la ciudad de los brazos abiertos, de la mano extendida, pero del puño cerrado”, enfatizó el ex alcalde de Guayaquil.