Tras la nevada del fin de semana, Madrid vivió la madrugada del martes una histórica helada que está complicando la limpieza de las calles, repletas de montículos de hielo y con una movilidad mínima de vehículos y peatones.
La capital española alcanzó una temperatura mínima de -10,8 grados centígrados, un récord en el último medio siglo, según la agencia meteorológica estatal, Aemet.
- Lo que dijo el dueño del pitbull que atacó a un yorkshire en Santa Fe Sur
- ¿Por qué fracasó la oposición venezolana? (y también el chavismo): desafíos | Primera de un análisis de la crisis en tres partes
El centro de España sigue cubierto por las nieves de la borrasca Filomena, y en la provincia de Teruel, al este de Madrid, se alcanzaron los 25,4 grados bajo cero, según Aemet, que describió una “gélida madrugada” con valores históricos y “claramente por debajo de los normales para la fecha en todo el país”.
Madrid petrificado
El frío extremo ha petrificado la nieve caída durante el fin de semana en Madrid. Este martes, tanto los funcionarios del ayuntamiento como los vecinos seguían luchando por despejar las aceras con palas, escobas y sal gruesa, dejando a los lados voluminosos montículos de hielo.
Las principales arterias de la capital fueron abiertas desde el domingo, con ayuda del ejército.
Pero las calles secundarias e incluso vías muy comerciales siguen intraficables, con miles de árboles tronchados por el peso de la nieve y un mínimo de vehículos y de personas que recuerda al confinamiento primaveral, dictado entonces para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
“No sale prácticamente nadie a la calle, y el que sale, lo hace con mucha precaución”, indicó a AFP Abel Vacas, que vino con una pala a limpiar la acera de la papelería regentada por su mujer.
Junto a cuatro contenedores de basura repletos -no se recogen desde el fin de semana por las dificultades de circulación-, dice este hombre de 40 años de edad que está “indignado con el gobierno”, por no hacer aún más frente a esta catástrofe.
El pequeño comercio sufre
El simple hecho de caminar por la calle es un peligro, por la formación de películas de hielo en el suelo y los carámbanos que asoman amenazantes en las cornisas de los edificios.
En las últimas horas, cientos de personas fueron atendidas por traumatismos en las urgencias de los hospitales madrileños, que ya tienen que tratar también con los pacientes de covid-19.
El peso de la nieve acumulada sigue causando otros estragos, como el derrumbe de la cubierta del pabellón deportivo del instituto madrileño Ramiro de Maeztu, donde de adolescente jugaba al baloncesto el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
La escasa circulación está haciendo daño en el pequeño comercio de Madrid, que a los efectos económicos de la pandemia suma ahora una semana de actividad mínima.
“Ayer, los clientes se contaban con los dedos de la mano”, dijo Marta Escalona, encargada de una céntrica tienda de calzado, que pudo abrir porque vive cerca.
En la acera de enfrente, Jorge Tato, dueño de una tienda de bolsos y complementos, dice que tuvo “cero ventas” el lunes, y que la semana se presenta “muy complicada, porque hasta que no se despeje la calle de hielo, es difícil que la gente se anime a salir”.
Sin agua corriente por la helada
En los mercados de Madrid hubo interrupciones de suministro el lunes, pero este martes se reanudó la actividad en Mercamadrid, la gran plataforma logística de distribución de alimentos frescos.
“No va a faltar producto”, aseveró en Radio Nacional de España Ainhoa García López, directora de Relaciones Externas de Mercamadrid.
La helada nocturna dejó también algunos edificios sin agua corriente, constataron dos reporteros de AFP.
El Canal de Isabel II, la empresa pública de gestión del agua en la región de Madrid, indicó haber atendido desde el fin de semana más de 1.000 incidencias sobre congelaciones de contadores.
En los centros educativos, las clases presenciales quedaron suspendidas toda la semana en la región de Madrid.
Del lado del transporte, el metro siguió funcionando, y este martes regresaron a las calles los autobuses urbanos, indicó la empresa pública EMT, destacando que dará prioridad a las rutas que incluyen parada en los hospitales.
Cinco personas murieron a causa de la borrasca Filomena, que barrió el centro y el este de la península ibérica el fin de semana. Entre ellos hay dos personas sin hogar en Barcelona, indicó este martes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Aunque el hielo continuará acumulado en las calles los próximos días, Aemet pronosticó que las temperaturas irán remontando, con máximas cercanas a los 10º centígrados en Madrid el fin de semana.