Emmanuel Macron tiene intención de volver a hablar directamente con Vladímir Putin sobre la seguridad en las centrales nucleares ucranianas para evitar una escalada y cree que hay que poner presión sobre Rusia para que vuelva a la mesa de negociaciones.
En una entrevista al canal de televisión francés TF1 divulgada este sábado, Macron no dijo cuándo se producirá esa próxima conversación con el presidente ruso, pero sí que precisó que será después de abordar la cuestión de la seguridad en las centrales atómicas ucranianas con el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
El tema más caliente sobre ese punto es la situación en la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, que se encuentra bajo el control de las tropas rusas desde que fue ocupada en marzo, y que ha sido objeto de múltiples escaramuzas armadas de las que se han acusado mutuamente Moscú y Kiev.
El presidente francés finalizó este viernes en Nueva Orleans una visita de Estado a Estados Unidos durante la que habló con Joe Biden de la guerra en Ucrania y su mensaje en la entrevista es que «Estados Unidos y Francia comparten la misma visión de las cosas».
En concreto, que «hay que ayudar a los ucranianos a resistir» a la invasión rusa y para eso el presidente francés y el ucraniano, Volodímir Zelenski, organizan una conferencia internacional en París el próximo día 13.
Además, según su relato, Macron y Biden coincidieron también en que hay que «poner la presión a Rusia para que vuelva a la mesa de negociaciones» y «preparar el diálogo para el día en que todo el mundo vuelva a la mesa de negociaciones».
Preguntado sobre la negativa taxativa de Zelenski a cualquier concesión territorial a Rusia, incluida Crimea, el presidente francés repitió que la cuestión de las fronteras es algo que corresponde a los ucranianos y que los franceses ahí no tienen nada qué decir.
Lo que sí dijo que hay que preparar con Biden es «la arquitectura de seguridad con la que queremos vivir mañana» cuando termine ese conflicto.
Y a su juicio, eso incluye abordar los temores manifestados por Rusia sobre el hecho de que «la OTAN llegue hasta su puerta» con el despliegue de armas susceptible de generarle una amenaza. Ésa -subrayó- será una de las cuestiones del diálogo por la paz.
Entre tanto, repitió que se va a seguir ayudando a Ucrania, también militarmente, pero con los mismos límites que él se ha fijado desde el comienzo de la guerra: no debilitar las capacidades del Ejército francés y no entregar armas que puedan servir para atacar a Rusia.