El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, apartó a 40 militares destacados en la residencia presidencial, luego de prometer una «revisión profunda» del personal tras los ataques del 8 de enero en Brasilia.
La medida publicada este martes por el diario oficial de la Unión indica que esta acción afecta a funcionarios adscritos a la coordinación del Palacio de la Alvorada, domicilio oficial de los jefes de Estado.
Según el portal de noticias G1, los militares apartados son de rangos bajos como soldados, cabos y sargentos. Algunos de los cuales prestaban seguridad al lugar, y seguirán ligados a las fuerzas armadas, aunque en otras actividades.
La semana pasada, el mandatario de izquierda, de 77 años, expresó desconfianza sobre algunos uniformados que cumplen funciones auxiliares en las sedes de gobierno.
Lula, que derrotó al ultraderechista Jair Bolsonaro en las presidenciales de octubre, dijo estar convencido de que hubo complicidad interna y de miembros de las fuerzas de seguridad en el asalto a edificios oficiales en Brasilia.
El 8 de enero miles de simpatizantes de Bolsonaro invadieron y arrasaron el Palacio de Planalto (sede de la presidencia), el Congreso y la Corte Suprema, en busca de la caída del presidente. Además, destruyeron parte de la infraestructura, vandalizaron salas y averiaron obras de arte invaluables.
«Alguien les facilitó la entrada aquí», dijo Lula el pasado jueves, en referencia a los desmanes en el Planalto.
El líder de izquierda subrayó que la revisión del equipo de trabajo buscará privilegiar «funcionarios de carrera, de preferencia civiles».
«No puede permanecer aquí adentro alguien sospechoso de ser bolsonarista radical», afirmó.
Lula intentará reunirse de aquí al viernes con los comandantes de las Fuerzas Armadas. Así lo informó, este martes, la Casa Civil (jefatura de gabinete) en un comunicado.
Sería la primera vez que se encuentren desde que cargó contra sectores policiales y militares por su «connivencia» con los manifestantes. Según la Casa Civil, abordarán la «modernización» de las fuerzas.
Investigación por asalto político
Bolsonaro niega cualquier conexión con los actos violentos en Brasilia. Sin embargo, es investigado por las autoridades brasileñas bajo sospecha de haber instigado el asalto al corazón político de Brasil.
«Lamento lo que aconteció el día 8», dijo el exmandatario a algunos simpatizantes en un video divulgado el lunes por medios brasileños. «Algo increíble», agregó.