El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dice estar preparado para asumir el poder en caso de ser elegido en las presidenciales de 2018 y reivindica su inocencia en las causas penales abiertas en su contra, de las que dice que no hay pruebas.
En una entrevista concedida al diario francés Le Monde, el ex mandatario reivindica que, tal y como se comprometió cuando ganó sus primeras elecciones en 2003, todavía puede ayudar a los pobres.
«Hace tres años que la policía investiga y hasta ahora no hay ninguna prueba de mi culpabilidad. Mi candidatura no me preocupa. Llegará la hora de la verdad y el PT decidirá», indica el ex presidente.
Lula, uno de los líderes políticos más populares y carismáticos de Brasil, gobernó entre 2003 y 2010 y pretende presentarse a un nuevo mandato en las presidenciales de 2018.
Aunque encabeza todos los sondeos, sus aspiraciones dependen de la justicia, ante la que responde en siete causas penales por supuesta corrupción. En una ya ha sido condenado a nueve años y medio de prisión, aunque de momento solo en primera instancia.
Lula recalcó que el juez federal Sergio Moro, rehén de los medios, estaba «condenado», y defendió tanto su nombre como el de la ex presidenta Dilma Rousseff, depuesta del cargo por irregularidades financieras del gobierno de su país.
«Esa destitución fue un golpe de Estado contra Dilma, contra el PT y contra la idea de que Lula se volviera a presentar. Los ‘golpistas’ dijeron que iban a mejorar la situación en Brasil, y todavía estamos esperando», añadió