El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó el sábado en la cumbre de Dubái sobre el cambio climático que su país se sumará a la OPEP+, aunque con el objetivo de convencer a ese grupo de grandes exportadores de petróleo de abandonar los combustibles fósiles.
Brasil fue invitado el jueves, durante una reunión de la OPEP+, a sumarse a ese grupo, formado por los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros diez productores de crudo, encabezados por Rusia.
El gigante sudamericano debería integrarse a la OPEP+ en enero de 2024.
«Todo el mundo estaba asustado por la posibilidad de que Brasil se uniera a la OPEP». Declaró Lula en un encuentro con la sociedad civil en la COP28 de Dubái.
«Brasil no participará en la OPEP, [pero] Brasil sí participará en la OPEP+, es tan elegante ese nombre», dijo Lula, según la transcripción del encuentro enviada por la Presidencia brasileña.
«Creo que es importante que participemos en la OPEP+, porque tenemos que convencer a los países que producen petróleo de que tienen que prepararse para reducir los combustibles fósiles», declaró el mandatario brasileño.
«Prepararse significa aprovechar el dinero que ganan con el petróleo y hacer inversiones; para que un gran continente como América Latina pueda producir los combustibles renovables que necesitan», añadió.
Lula acudió a la COP28 con una agenda de defensor de la selva tropical. Incluida una propuesta de financiamiento de la lucha contra la deforestación. La misma implicaría lograr el financiamiento internacional a cambio de la preservación de los bosques.
La posible presencia de Brasil en una alianza con el gran club de petropaíses generó críticas de organizaciones ecologistas presentes en Dubái.
«Brasil dice una cosa, pero hace otra en la COP28. Es inaceptable que el país que asegura defender el objetivo de limitar el calentamiento del planeta en 1,5 ºC, anuncie ahora su integración en el grupo de los mayores productores de petróleo de mundo». Reaccionó Leandro Ramos, de la filial brasileña de la organización ecologista Greenpeace, citado en un comunicado.
Lula comparó la presencia de Brasil en la OPEP+ con su propio papel en el G7 de las principales potencias occidentales.
«Participo en el G7 desde que gané la presidencia de la República. De hecho, soy el único presidente que ha asistido a todas las reuniones del G7. Voy allí, escucho, solo hablo después de que hayan tomado su decisión y me voy», explicó a los activistas asistentes al encuentro.
Brasil figura entre los diez mayores países productores de petróleo y es el mayor productor de América Latina desde 2016.
Su producción de crudo alcanzó en septiembre un récord de 3,7 millones de barriles diarios. Esto representa un aumento de casi 17% respecto al mismo mes del año anterior; y de 6,1% respecto a agosto, según la agencia de referencias de precios Argus Media.