Ala espera de que comience a llegar el armamento occidental y las unidades de élite entrenadas en países de la OTAN, Ucrania se prepara para lanzar una gran contraofensiva esta primavera.
El objetivo sería forzar un nuevo retroceso ruso en toda la línea del frente pero, principalmente, en el sur, donde el alto mando ucraniano aspira a recuperar Melitopol y Mariúpol para cortar el corredor terrestre que une Crimea con Rusia.
De tener éxito la operación, las fuerzas ucranianas amenazaría de forma directa el dominio ruso en Crimea y provocaría una desbandada de población de la península que colapsaría el puente de Kerch, aún dañado tras la explosión de octubre de 2022.
Sin embargo, para que dicha contraofensiva tenga éxito, además de contar con las armas occidentales prometidas, hace falta que se den tres factores: forzar a las tropas rusas a ponerse a la defensiva, privar a Rusia del dominio de los cielos y destruir todas las líneas logísticas rusas.
El ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, citó estos tres factores en una reciente rueda de prensa recogida por Ukrinform.
Para poder poner en práctica esos tres factores, Reznikov señaló que serán esenciales los carros de combate de la OTAN. Pero no sólo.
Las fuerzas ucranianas también necesitarán aviones de combate para fortalecer las capacidades de defensa aérea ucranianas.
«Necesitamos una plataforma de aviación para mejorar y fortalecer nuestro sistema de defensa aérea, porque no hay suficientes sistemas tierra-aire», señaló en sus declaraciones recogidas por Ukrinform.
«Estamos luchando en el frente diplomático, convenciendo a nuestros socios de que es necesario tomar una decisión sobre el avión de combate principal, como elemento de defensa, en primer lugar. Cuanto antes tengamos aviones de combate, más vidas humanas se salvarán», añadió.
Aunque los aviones reclamados por Kiev son los F-16, por el momento los aliados de la OTAN han cerrado la puerta a esa posibilidad.
En cambio, Eslovaquia y Polonia se han comprometido a enviar cazas hasta un total de 17 cazas Mig-29 de diseño soviético, cuatro de los cuales ya se encuentran en territorio ucraniano.
Por su parte, France ha empezado a entrenar a pilotos ucranianos en sus aviones Mirage 2000 en previsión de la aprobación de un envío de hasta 12 unidades de este avión de combate a Ucrania.