Los sacerdotes católicos piensan en la vocación por primera vez en torno a los 16 años de edad. Es lo que se desprende de un estudio publicado recientemente por el Centro de Investigación Aplicado al Apostolado (CARA, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, recogido por la agencia Zenit.
La institución educativa ha realizado una encuesta entre 392 de los 475 seminaristas que se ordenarán sacerdotes a lo largo de este año 2024 y concluye que, por término medio, los encuestados consideraron por primera vez la vocación sacerdotal cuando tenían 16 años. Los hay más precoces –algunos de los candidatos al sacerdocio aseguraron haber recibido la llamada de Dios a los 3 años de edad– y otros que no se la plantearon hasta los 53 años. En cualquier caso, la mayoría situó en plena adolescencia la primera llamada que sintieron para hacerse sacerdotes.
La familia sigue siendo el entorno privilegiado para que se desarrolle una vocación: 95% de los encuestados fueron criados por sus padres biológicos, y 88% por una pareja casada que vivía junta.
El estudio aporta más conclusiones:
La edad media de los ordenandos es de 34 años.
De los que trabajaban a tiempo completo antes de entrar en el seminario (70%), los empleos más comunes están relacionados con la educación (21%), los negocios (16%) y el ministerio eclesiástico (13%).
La mayoría de los encuestados son blancos caucásicos (67%), seguidos de hispanos (18%), asiáticos (11%) y afroamericanos (2%).
De los nacidos en el extranjero (23%), los países de origen más comunes son México (5%), Vietnam (4%), Colombia (3%) y Filipinas (2%).