El litoral valenciano vuelve a encontrarse en alerta naranja -la segunda más elevada- por fuertes lluvias, informó la Agencia estatal de meteorología española (Aemet).
«Habrá chubascos localmente muy fuertes y persistentes, incluidos en las zonas ya afectadas por las inundaciones del 29 de octubre», explicó Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, en un mensaje difundido en el canal Telegram de la agencia.
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Además, la agencia decretó la alerta roja -la más elevada- más al sur, en la región de Andalucía, concretamente en la provincia de Almería.
Entre críticas de la población a la lentitud del desescombro, de la distribución de ayuda y de la recuperación de los cadáveres de estacionamientos y coches amontonados, Sánchez anunció el sábado el envío de 5.000 soldados adicionales a la región, lo que elevaría su dotación total a 7.500 efectivos, el mayor despliegue de fuerzas armadas jamás realizado en España «en tiempos de paz», según él.
La Policía Nacional anunció la detención de otras 20 personas por saqueos, lo que elevaría el total de arrestados por este delito a un centenar desde el martes.
«Es la cabeza»
Sánchez dijo también que se trató de «la segunda inundación que más víctimas se ha cobrado en Europa en lo que va de siglo».
Las tormentas del martes vertieron en unas horas una cantidad de agua equivalente a la que cae en un año. Las riadas destruyeron puentes, barrieron casas y arrastraron cientos de vehículos, que ahora dificultan el tránsito de los servicios de emergencia.
«Llevamos tres días limpiando. Todo está lleno de barro», explicó a la AFP Helena Danna Daniella, de 39 años, propietaria del bar Daniela Chiva, en la localidad de Chiva, mientras limpiaba su establecimiento con ayuda de la familia.
«Es la cabeza. Que se te va, que te vuelve loca. Que no encuentras (…) Buscas respuestas y no las encuentras», explicó, sobre su estado de ánimo.
En Sedaví, las brigadas municipales ayudaban a achicar agua del principal estacionamiento del pueblo, que podría esconder a numerosas víctimas.
«Tenemos dos parkings municipales muy grandes, este es el más grande y este es en el que sabemos que hay gente dentro, pero no sabemos en el otro qué es lo que hay», explicó a la televisión pública TVE Raúl Castro, jefe de la brigada municipal de Sedaví, que normalmente se dedica a las tareas de mantenimiento del pueblo y que ahora está volcada en limpiar los rastros del desastre.
Una ola de solidaridad ha recorrido la región, y miles de voluntarios han estado desplazándose estos días con palas, escobas, agua y alimentos a ayudar a los municipios afectados, sobre todo desde la ciudad de Valencia, la tercera de España, que no se vio muy afectada por la lluvia.
Sin embargo, ante la amenaza de nuevas lluvias, las autoridades pidieron que este domingo no acudan a ayudar y restringió a 2.000 los que podrán acceder a la zona.