Haití
Foto archivo | Los movimientos populares persisten a pesar de que ya hay gasolina en las estaciones de servicio

La crisis que en todos los órdenes sacude a Haití desde septiembre pasado ha colocado en riesgo de muerte por inanición a los más de 11 mil reclusos que hay en el país caribeño, según un informe difundido este miércoles por la no gubernamental Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).

“Durante más de cuatro meses, la Dirección de Administración Penitenciaria ya había tenido dificultades para renovar las reservas de alimentos en algunas cárceles”, revela el estudio sobre la situación de 17 centros de detención y tres comisarías de policía convertidas en cárceles.

Ante la parálisis del transporte público y la inaccesibilidad de algunas vías públicas debido a las barricadas erigidas sobre ellas, los familiares de los detenidos se han visto impedidos temporalmente de llevarle productos de higiene personal a las cárceles, destacó RNDDH.

“Los botiquines de higiene y los de limpieza no se renuevan. Como resultado, las prisiones son insalubres y nauseabundas. Las existencias de medicamentos tampoco se renuevan”, dice la red.

Sin comida

El documento señala que desde el 16 de septiembre pasado, en tres prisiones de Puerto Príncipe, Croix-des-Bouquets y Cabaret, las reservas de alimentos se han renovado solo por dos o tres días.

La situación es peor en las cárceles de Hinche, Grande Rivière du Nord, Cap-Haïtien, Jacmel, Anse-à-Veau, Cayes, Jérémie, Port-de-Paix y Saint-Marc, donde no han recibido ningún tipo de alimentos por parte de la Dirección de Administración Penitenciaria en los últimos días.

“El gas propano se agota, el carbón y la leña se utilizan para cocinar los alimentos. Muchas cárceles no cuentan con suministro regular de agua”, precisó el informe.

“Las condiciones de detención, que ya son preocupantes, son cada día más alarmantes”, informa la RNDDH. Considera deplorable que las autoridades estatales no estén haciendo esfuerzos suficientes para proporcionar recursos a las prisiones.

Son principalmente los centros de detención ubicados en las ciudades de las provincias los que sufren esta situación.

La ONG recomendó al Estado hacer todo lo posible para garantizar que las reservas de alimentos se distribuyan rápidamente en las cárceles. Asimismo, que se proporcionen condimentos y que las cárceles reciban medicamentos, gas propano, botiquines de higiene y productos de limpieza.

La población carcelaria haitiana se estima en 11.529 personas, 8.578 (74,41%) están a la espera de juicio y 2.951 (25,59%) han sido condenadas.

En Puerto Príncipe, como en algunas capitales de provincia, todas las actividades se han paralizado durante no menos de siete semanas de movilización popular.

Las manifestaciones comenzaron por la escasez de combustible en un país asolado por la corrupción, las desigualdades sociales y la inflación. Sin embargo, las protestas han continuado aunque el carburante ha vuelto a las gasolineras.


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