La Iglesia católica, que el martes incluyó en el derecho canónico un artículo explícito sobre los delitos sexuales a menores de edad cometidos por sacerdotes, está implicada en numerosos casos de abusos en todo el mundo.
Estados Unidos
El papa Francisco destituyó en febrero de 2019 al excardenal estadounidense Theodore McCarrick, de 88 años de edad, acusado de agresiones sexuales hace casi medio siglo. Era la primera vez que un cardenal era reducido al estado laico por cargos de este tipo.
En 2018, una investigación de la Fiscalía de Pensilvania descubrió abusos sexuales, encubiertos por la Iglesia católica en ese estado. Los actos fueron perpetrados por más de 300 sacerdotes depredadores contra al menos 1.000 niños. El caso obligó a dimitir al exarzobispo de Pittsburgh, Donald Wuerl.
En la década de los años 2000, según una investigación del Boston Globe, la jerarquía de la diócesis, y en particular el exarzobispo Bernard Law, encubrió sistemáticamente los abusos sexuales de unos 90 sacerdotes.
Law, refugiado en el Vaticano tras renunciar a la archidiócesis, murió en 2017.
La Iglesia católica en Estados Unidos recibió denuncias de más de 18.500 víctimas de abusos sexuales por más de 6.700 clérigos entre 1950 y 2016, según bishop-accountability.org.
Chile
Durante su viaje a Chile en enero de 2018, el papa Francisco defendió inicialmente al obispo chileno Juan Barros, sospechoso de ocultar los crímenes sexuales de un viejo sacerdote.
Luego dio marcha atrás e invitó a algunas de las víctimas a Roma y convocó a todos los obispos chilenos, que después presentaron sus dimisiones en bloque y algunas resultaron aceptadas.
En octubre de 2018, la justicia chilena condenó a la Iglesia a pagar 450 millones de pesos (671.000 dólares) en indemnizaciones a 3 víctimas.
Australia
El cardenal George Pell recibió en 2019 una condena de seis años de prisión por violaciones y agresiones sexuales de dos monaguillos en 1996 y 1997.
Su condena, confirmada en apelación, se anuló luego por el Tribunal Superior de Australia, que lo absolvió en 2020 por el beneficio de la duda.
En mayo de 2018, el arzobispo australiano Philip Wilson recibió una condena por encubrir agresiones cometidas en los años 1970 por un sacerdote. Su condena también se anuló en apelación en diciembre de 2018.
Alemania
Desde 2010, cientos de casos de abusos sexuales a menores en instituciones de la Iglesia católica salieron a la luz. Incluso en el elitista Colegio Canisio de Berlín.
En 2017, una investigación reveló que al menos 547 niños del coro católico de Ratisbona sufrieron presuntamente abusos entre 1945 y principios de 1990. En 2018, un informe de un consorcio de investigadores descubrió que al menos 3.677 niños resultaron víctimas de abusos sexuales entre 1946 y 2014 por 1.670 clérigos. La mayoría nunca recibieron castigo.
En marzo de 2021, un informe independiente encargado por la Iglesia en Alemania identificó 314 menores víctimas de abusos sexuales por 202 clérigos o laicos entre 1975 y 2018 en la diócesis de Colonia.
Irlanda
En la década de 2000, las acusaciones de abusos sexuales cometidos durante décadas contra 14.500 niños pusieron en entredicho a las instituciones de la Iglesia. Varios obispos y sacerdotes acusados de encubrir abusos recibieron sanciones.
En 2018, el Papa se reunió entre otros con una víctima del sacerdote Tony Walsh, que abusó sexualmente de niños durante casi dos décadas antes de que lo expulsaran y encarcelaran.
Polonia
La poderosa Iglesia católica en Polonia se ha visto sacudida en los últimos años por acusaciones de abusos sexuales que provocaron sanciones del Vaticano o dimisiones.
En 2019 la Iglesia admitió que casi 400 clérigos abusaron sexualmente de niños en las últimas 3 décadas.
Francia
El cardenal Philippe Barbarin recibió una condena en primera instancia, en 2019, a una pena de 6 meses de prisión suspendida por no denunciar las agresiones sexuales a menores cometidas por el sacerdote Bernard Preynat, a unos 70 jóvenes boy-scouts entre 1986 y 1991.
El tribunal lo absolvió en apelación en 2020 y luego rechazó en abril de 2021 el recurso de las partes civiles. Sin embargo, el Papa aceptó su dimisión. Por su parte, Bernard Preynat fue condenado en 2020 a cinco años de prisión.