Las tasas de embarazo adolescente en Argentina se han reducido a la mitad en los últimos 12 años, según un análisis de los datos del censo nacional de 2022 publicado este mes. Los analistas dicen que un mayor acceso a la educación sexual y al control de la natalidad son los principales impulsores.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la población argentina alcanzó los 45.892.285 habitantes en 2022, de los cuales 7.126.256 son mujeres de entre 14 y 49 años que han tenido al menos un hijo. Desde 2001, las tasas de natalidad en ese rango de edad han disminuido de 1,7 hijos por mujer a 1,4 en 2022.
Los embarazos entre las adolescentes de 15 a 19 años se redujeron del 13,1% en 2010 al 6,4% en 2022, una disminución de más de la mitad.
A pesar de la disminución de la tasa de embarazos, aún persisten desafíos para las madres jóvenes en Argentina. El INDEC informó que solo 40,4% de las madres de 15 a 19 años continuaron sus estudios secundarios después de quedar embarazadas, en comparación con 84,9% de las mujeres jóvenes sin hijos. Al mismo tiempo, tener hijos impulsa la integración de los adolescentes en la fuerza laboral del país. Según los datos, el 36,6% de las mujeres jóvenes que tienen al menos un hijo son económicamente activas, frente al 22% que no tienen hijos.
Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa mundial de natalidad adolescente ha disminuido de 64,5 nacimientos por cada 1.000 mujeres en 2000 a 41,3 nacimientos por cada 1.000 mujeres en 2023.
Políticas públicas que promuevan la educación sexual y el control de la natalidad
En las últimas dos décadas, Argentina ha sido testigo de la aprobación de leyes destinadas a educar a los adolescentes sobre el sexo y proporcionar un mayor acceso al control de la natalidad.
En 2006, el Congreso de Argentina aprobó la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), que estableció que «todo estudiante tiene derecho a recibir educación sexual integral en instituciones educativas públicas, estatales y privadas». A pesar del rechazo de la base conservadora y religiosa del país, las medidas de la ley ESI se han extendido por completo a todo el país.
En 2017, durante la gestión del presidente Mauricio Macri, el gobierno nacional puso en marcha el Plan de Prevención del Embarazo No Intencional (ENIA) para adolescentes. Derivado de la ley ESI, este plan tenía como objetivo mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva y fortalecer las políticas de prevención del abuso y la violencia sexual. Los servicios de ENIA son gestionados por los ministerios de salud, desarrollo social y educación.
Argentina Reports contactó a Valeria Isla, exdirectora de Salud Sexual y Reproductiva durante el gobierno del expresidente Alberto Fernández, y a Silvina Ramos, investigadora del Centro de Estudios sobre Estado y Sociedad (CEDES), un centro de estudios con sede en Buenos Aires.
Ambos señalaron un informe que desarrollaron sobre el desempeño de la ENIA desde su creación hasta 2023. Según el trabajo de Isla y Ramos, la ENIA ha contribuido a reducir la tasa de embarazo adolescente en un 45% desde 2018. Su informe también subrayó que el gobierno pudo desplegar instructores en todas las provincias para mejorar la implementación federal del plan.
Otra gran victoria para los derechos reproductivos de las mujeres se produjo en diciembre de 2020, cuando Argentina legalizó el aborto, una ley impulsada por activistas conocidas como la Ola Verde.
Tras la elección del presidente libertario de extrema derecha Javier Milei en 2023, el futuro del progreso de Argentina hacia la salud de las mujeres sigue siendo menos seguro.
La semana pasada, la vicepresidenta Victoria Villarruel lanzó una campaña para prohibir el aborto. «Poner fin a la vida de un ser humano vulnerable no es un derecho. Argentina debe ser siempre una tierra de vida», publicó Villarruel en X. El propio Milei ha definido repetidamente el aborto como «asesinato agravado basado en lazos familiares y disparidad de fuerzas».
Sin pronunciamientos de los nuevos funcionarios del gobierno con respecto a las políticas de control de la natalidad hasta la fecha, el futuro es incierto para la ley ESI y el plan ENIA.
En Argentina, la educación sexual basada en la ley ESI enseña a cuidar el cuerpo y la salud, valorar la afectividad, garantizar la igualdad de género, respetar la diversidad y ejercer los derechos reproductivos.
Artículo escrito por Sebastián Rodríguez Mora en Argentina Reports