Los asistentes a la convención conservadora más importante de Estados Unidos, que culminará este sábado con un discurso de Donald Trump, abrazaron la política antiinmigrante de la deportación masiva de millones de personas y el rechazo a lo que consideran una invasión que pone en riesgo sus valores.
En las próxima elecciones generales, Mary Anne Byan, maestra jubilada del estado vecino de Maryland, irá a votar motivada por lo que sucede a casi 3.000 kilómetros de su hogar: el aumento en la llegada de migrantes a la frontera sur de EE UU.
«Entiendo que las personas quieran venir aquí, pero no vienen a abrazar nuestra cultura y a integrarse, sino a izar sus banderas», señaló a EFE la estadounidense este jueves en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un mega evento que reúne a políticos, activistas y votantes de derecha y ultraderecha en EE UU.
Las banderas estadounidenses y los símbolos de identidad nacional como el águila calva decoran camisas, paredes y gorras por donde se mire en el centro de convenciones Gaylord, a las afueras de Washington, donde la convención de la CPAC tiene lugar hasta el fin de semana.
El miedo a la migración es un tema común tanto en boca de los asistentes como de los ponentes, que incluyen figuras como Tom Homan, exdirector del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), o el ideólogo de la política migratoria de Trump, Stephen Miller.
«A mí me han llamado xenófobo y racista y, honestamente, ya me importa una mierda», señaló Homan, quien es visto como la mente maestra detrás de la polémica política de separación de familias indocumentadas con niños, durante un conversatorio en el escenario principal de la CPAC.
Deportación de 11 millones
El exfuncionario reiteró una idea que Trump, quien aspira a ser reelegido como presidente en 2024, ha presentado ya en varios mitines de campaña: si los republicanos vuelven al poder, iniciarán una deportación masiva para los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EE UU.
«Mi mensaje a los ilegales es: no se acomoden mucho», señaló Homan entre aplausos del público.
En el último año, la frontera sur de EE UU ha visto un aumento significativo en la llegada de personas y en el año fiscal 2023 se reportaron más de 2,3 millones de detenciones de migrantes, una cifra récord.
Las crisis en varios países de la región, como Venezuela o Haití, sumado a los efectos de la pandemia en la economía global explican en parte el incremento en el movimiento de personas en el continente.
A su vez, las políticas implementadas por el actual gobierno demócrata restringen la cantidad de personas que pueden solicitar asilo diariamente en la frontera, por lo que muchos deciden cruzar de manera irregular frustrados por las largas esperas.
«Invasión» inmigrante
Todos estos factores contribuyen a la imagen de «caos» fronterizo, que ha sido aprovechada en especial por los conservadores y ha calado profundamente en una base que se inclina cada vez más a la derecha.
«Nos están invadiendo», sentenció Laura McGarraugh, una enfermera y activista que vino desde Austin (Texas) para asistir a la CPAC, «necesitamos primero atender a nuestros ciudadanos, antes que pensar en los demás».
En su día a día trabajando en el ala de urgencias de un hospital en su ciudad natal, McGarraughaseguró que se ha encontrado con cada vez más «personas extranjeras, no solo de México sino de Honduras y otros países más al sur».
«Un país tiene que poder asegurar sus fronteras y (los recién llegados) están tratando de saltarse la fila», destacó.
La maestra Byan lo ve más como una cuestión de identidad. «Yo soy de ascendencia irlandesa, pero para mí siempre viene primero Estados Unidos y yo soy americana (…) si estas personas aman tanto a su país como para poner sus banderas, ¿Por qué no se quedaron allá?».