El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró este miércoles el final del programa Quédate en México anunciado por Estados Unidos, pero pidió a Washington regular el flujo migratorio y dar más visas de trabajo.
«Ahora que la (Suprema) Corte (estadounidense) decide de que el que pide asilo en Estados Unidos puede esperar en Estados Unidos, no necesariamente en México, lo vemos bien», declaró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
Sus declaraciones se producen después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos prometió el 8 de agosto eliminar el programa de Protocolos de Protección a Migrantes, conocido como «Quédate en México», que el expresidente Donald Trump instaló en 2019.
Esta política ha impactado a más de 75.000 migrantes en la frontera de México, donde los solicitantes de asilo deben esperar mientras se resuelve su caso en Estados Unidos, según datos del Comité Internacional de Rescate.
«Nosotros nunca hemos aceptado constituirnos como lo que se conoce como un tercer país, como un campamento de migrantes para esperar a que resuelvan en Estados Unidos», aseveró López Obrador sin detallar qué pasará con los migrantes que aún están en la frontera de México.
El mandatario criticó que Estados Unidos no ha aprobado la reforma migratoria para regular a los casi 11 millones de indocumentados, de los que cerca de la mitad son mexicanos.
Y denunció que «siempre hay oposición para un acuerdo migratorio porque les conviene que no se ordene el flujo migratorio, porque así tienen mano de obra barata y amenazada».
Además, insistió en su llamado a crear un convenio para otorgar más visas temporales.
«Les hace falta fuerza de trabajo en Estados Unidos y Canadá, pero no toman esa decisión», reprochó.
La región vive un flujo migratorio récord a Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 1,7 millones de personas en lo que va de año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.
El gobierno de México también ha recibido críticas por su trato a los migrantes, incluyendo el despliegue de casi 30.000 elementos de las Fuerzas Armadas en sus fronteras norte y sur para tareas migratorias.
Pero López Obrador defendió que tienen un plan en el que «constantemente» el Gobierno revisa «tráileres, camionetas, donde los traficantes de personas llevan migrantes en situaciones de mucho riesgo», con lo que evitan accidentes, secuestros y «violaciones graves a los derechos humanos».
«Nosotros vamos siempre bajo cualquier circunstancia a cuidar, a tratar bien a los migrantes, lo estamos haciendo, estamos con un plan permanente de cuidado a los migrantes, los que por necesidad atraviesan nuestro país», sostuvo.