El gobierno británico confirmó que exigirá a partir del próximo 5 de enero a los pasajeros procedentes de China la presentación de un resultado negativo de un test de covid-19 hecho antes de su salida del país asiático para poder entrar en Inglaterra.
En un comunicado difundido por el ministerio británico de Sanidad, se señala que, por ahora, el requisito se aplicará solo a los viajeros que lleguen desde China en vuelos directos a aeropuertos ingleses.
Si bien actualmente no existen servicios sin escalas desde ese país a Escocia, Gales o Irlanda del Norte, el Ejecutivo británico trabaja con esos gobiernos escocés, galés y norirlandés a fin de extender las medidas al conjunto del Reino Unido.
La introducción de mayor control a los vuelos provenientes del gigante asiático llegan después de que Pekín confirmara que reabrirá sus fronteras el próximo 8 de enero, por primera vez desde marzo de 2020.
Además, a partir del 8 de enero, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido pondrá también en marcha un programa de vigilancia por el que se someterá a una prueba de coronavirus a una muestra de pasajeros llegados de China en el momento de su llegada al Reino Unido.
Medidas de Londres
El ministro de Sanidad, Steve Barclay, indicó que el Ejecutivo de Londres está adoptando un «planteamiento equilibrado y de precaución» al tiempo que subrayó que las medidas son «temporales» mientras los funcionarios evalúan los últimos datos de contagios de covid-19.
El Reino Unido se une así -tarde- a otros países como Estados Unidos, Italia, India, Taiwán, Corea del Sur, Malasia y Japón, que también han dispuesto nuevas medidas. Esto después de que China registrase un aumento exponencial de los casos a raíz de la relajación de su estrategia anticovid.
Algunos diputados tories pidieron recientemente al Ejecutivo que reaccionara con mayor contundencia ante el aumento de los casos en el país asiático, pese a que el presidente del llamado Comité conjunto de Vacunación e Inmunicación del Reino Unido, Andrew Pollard, opinara que es improbable que la imposición de restricciones en los viajes pueda frenar la entrada de variantes al Reino Unido.