El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, aseguró este domingo que se incrementó la vigilancia sobre 74 terroristas que salieron de prisión antes de cumplir la totalidad de su pena.
El gobierno del Reino Unido tomó esa medida gracias a Usmar Khan. Este fue liberado en diciembre de 2018 tras pasar en la cárcel la mitad de una pena de 16 años. Pero el viernes, apuñaló de muerte a dos personas e hirió a otras tres en la capital británica.
«Dimos ese paso inmediatamente» tras el ataque, dijo Johnson en una entrevista con la BBC. En ella achacó al «antiguo régimen laborista» las leyes que permiten que un terrorista salga de prisión de manera automática una vez transcurrida la mitad del tiempo al que fue sentenciado.
«Creo que hay un problema con esa liberación automática. Creo que está mal que se aplique a criminales sexuales, a delincuentes violentos y a terroristas», afirmó.
«La razón por la que este asesino estaba en la calle es por la liberación automática que aprobó un gobierno izquierdista», dijo Johnson. Además, recalcó que su programa electoral para los comicios generales del próximo 12 de diciembre aboga por endurecer las condiciones de las penas para los crímenes más graves.
Lo que dice la oposición
El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, recalcó que los condenados por terrorismo «no necesariamente» deben cumplir su pena íntegramente.
«Creo que depende de las circunstancias. Depende de la sentencia. De manera crucial, depende de lo que hayan hecho en prisión», afirmó Corbyn sobre los terroristas en una entrevista con Sky News.
«Debemos analizar cómo funcionan nuestros servicios penitenciarios. Sobre todo, qué ocurre con ellos (los condenados por terrorismo) una vez son liberados», agregó el líder laborista. Sugirió también que la monitorización de Khan por parte de las autoridades no fue adecuada.
El líder de la oposición señaló que los organismos que se encargan de evaluar el cumplimiento de las condiciones de la libertad provisional de los presos fueron privatizados en parte por los gobiernos conservadores y no son capaces de gestionar la cantidad de casos que manejan.