Estados Unidos llevó a cabo el viernes ataques contra fuerzas iraníes en Siria e Irak como retaliación por la muerte de tres soldados estadounidenses en una base en Jordania.
He aquí lo que se sabe hasta ahora:
Golpe a unidad iraní, no a Irán
El Ejército estadounidense dijo que los bombardeos impactaron en más de 85 objetivos dentro de Irak y Siria, dirigidos tanto a las fuerzas de élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán como a grupos de milicianos relacionados.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que monitorea el conflicto, informó que al menos 18 combatientes proiraníes resultaron muertos por los ataques en el este de Siria.
El jefe del observatorio, Rami Abdel Rahman, afirmó que al menos 26 sitios importantes que albergaban al grupo proiraní fueron destruidos, incluyendo depósitos de armas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, no ordenó golpes en territorio de Irán, como defendían algunos de sus rivales republicanos, y tampoco parecieron dirigirse a individuos iraníes, como hizo su predecesor Donald Trump en 2020 cuando ordenó el ataque que mató al general Qasem Soleimani, encargado de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución, en Bagdad.
Biden dijo que Estados Unidos «no busca el conflicto» en Oriente Medio y funcionarios de su gobierno dejaron claro más temprano que no querían una guerra directa con Irán.
¿A qué responde Estados Unidos?
Los ataques ocurren horas después de que Biden, que enfrentará una dura batalla por la reelección en noviembre, presentara sus respetos y se reuniera con las familias de los tres soldados muertos, cuyos cuerpos fueron repatriados.
Los tres efectivos murieron el pasado domingo mientras docenas resultaron heridos por un dron con explosivos que atacó la remota base Torre 22 en Jordania, cerca de la frontera con Siria, donde hay cerca de 350 tropas desplegadas como parte de una campaña contra el grupo extremista Estado Islámico (EI).
La Casa Blanca culpó del ataque al grupo Resistencia Islámica en Irak, una alianza de varias milicias proiraníes que busca sacar a las fuerzas estadounidenses de Irak.
Estados Unidos y las fuerzas de la coalición han sufrido al menos 165 ataques desde mediados de octubre, de acuerdo con un funcionario estadounidense. Pero el ataque del domingo fue el primero que causó víctimas estadounidenses por fuego hostil, en medio de reportes de confusión mientras drones estadounidenses regresaban al mismo tiempo a la base.
¿Cómo el conflicto llegó a este punto?
Las tensiones han ido en aumento desde que combatientes del grupo islamista Hamás, que recibe respaldo iraní, lanzó un ataque sin precedentes el 7 de octubre en territorio de Israel, que respondió con bombardeos incesantes de la Franja de Gaza.
Estados Unidos ha buscado repetidamente contener el conflicto con diplomacia y demostraciones de fuerza. Mientras, el Hezbolá libanés, posiblemente el grupo respaldado por Irán con mayores capacidades en los países árabes- ha sido considerado bajo control.
Pero no es la primera vez que Estados Unidos gira hacia acciones militares en el conflicto.
Los hutíes, grupo insurgente que controla buena parte del territorio de Yemen, ha lanzado una ola de ataques contra embarcaciones comerciales en la estratégica ruta del mar Rojo, que afirman realizar en solidaridad con los palestinos en Gaza, gobernada por Hamás.
Luego de que repetidas advertencias fallaran para evitar los ataques hutíes, Estados Unidos y Reino Unido ejecutaron bombardeos contra objetivos de dicho grupo en Yemen.
¿Seguirá el conflicto?
Biden dijo que la respuesta «seguirá en los lugares y momentos» de su elección. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, afirmó que el presidente «ha instruido acciones adicionales» para que la Guardia Revolucionaria y las milicias asociadas sean ajusticiados.
Por su parte, el grupo proiraní Kataeb Hezbolá, en Irak, dijo el martes que detendría sus ataques a tropas de Estados Unidos, pero funcionarios estadounidenses dijeron que seguirían adelante con su retaliación mientras juzgan a los milicianos por sus acciones más que por sus palabras.
Antes del 7 de octubre, los ataques a fuerzas estadounidenses casi se habían detenido tras conversaciones entre funcionarios estadounidenses e iraníes.
Varios expertos estadounidenses creen que el clerical estado iraní no persigue ampliar el conflicto con un Estados Unidos más poderoso, pero al tiempo goza de un renovado apoyo en el mundo árabe por su respaldo a Hamás.
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