Dos osos panda gigantes procedentes de China aterrizaron este martes en Washington para dirigirse al Zoológico Nacional de la capital estadounidense tras un acuerdo entre las autoridades de las dos superpotencias.
Bao Li y Qing Bao, cuyos nombres significan «vigor precioso» y «tesoro verde», respectivamente, llegaron a Washington como parte de un nuevo acuerdo de 10 años con las autoridades chinas y son los primeros osos pandas que Pekín envía a la capital estadounidense en 24 años.
La presentación en público de ambos será el próximo 24 de enero, una vez termine la cuarentena que deben pasar para reducir el riesgo de contagiar parásitos o enfermedades a otros animales.
Hasta entonces, algunos grupos limitados de personal del zoológico, voluntarios y algunos socios tendrán la oportunidad de visitar a los pandas y ayudarles a acostumbrarse a las vistas, sonidos y olores de las multitudes antes de su debut público.
Los dos osos, ambos de tres años, llegan a Estados Unidos casi un año después de que el zoológico de Washington devolviese al país asiático los tres panda que tenía.
Los préstamos de pandas que China hace a otros países estipulan que las crías deben regresar al gigante asiático cuando cumplen entre dos y cuatro años, y los adultos una vez que alcanzan la vejez.
La noticia despertó cierta sorpresa entre los aficionados estadounidenses, ya que algunos temían que esta retirada fuese parte de una estrategia de Pekín para llevarse a los osos en un contexto de crecientes tensiones entre ambas naciones, ya que en los últimos años, otros pandas, como los de los zoológicos de San Diego, Memphis y Atlanta, también volvieron a China.
Los animales viajaron en un avión carga Boeing 777 de FedEx, apodado ‘Panda Express’, que partió en la madrugada del martes hora local y tocó suelo en el Aeropuerto Internacional Washington Dulles a las 9.53 horas (13.53 GMT).
Una vez llegaron a Estados Unidos, las jaulas fueron trasladadas una a una en camiones de la misma empresa hasta el Zoo Nacional e Instituto de Conservación Biológica, donde llegaron sobre las 11.35 hora local (15.35 GMT), según informó el zoológico en un comunicado.
El equipo de atención a los animales informó de que Bao Li y Qing Bao salieron de sus jaulas y empezaron a explorar sus nuevos recintos, donde los cuidadores habían colocado abundante bambú para que los osos comieran.
«Nuestro equipo ha trabajado sin descanso para preparar la llegada de los pandas, y estamos encantados de dar la bienvenida a Bao Li y Qing Bao a Washington D.C., el único lugar del país donde se pueden ver pandas gigantes de forma gratuita», declaró Brandie Smith, directora del Instituto de Conservación.
China inició la llamada «diplomacia de los pandas» a finales de los años 50, aunque no fue hasta 1972 cuando los primeros ejemplares fueron regalados a Estados Unidos tras una visita a Pekín del entonces presidente Richard Nixon.
Por su parte, Pekín aseguró que la cooperación en materia de conservación de osos panda «mejorará la amistad» entre ambos países.
La portavoz de la Cancillería china Mao Ning declaró que Pekín y Washington, «de acuerdo con los requisitos y las normas técnicas de la cooperación internacional para la conservación de los pandas gigantes», hacen «todo lo posible para garantizar la salud y la seguridad» de estos animales.
Sin embargo, el diario The New York Times publicó hoy una investigación, con motivo de la llegada de los animales, en la que asegura que las autoridades chinas y los zoológicos estadounidenses «han maquillado de color de rosa» un programa que a menudo «ha fracasado» en cumplir con sus objetivos.
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