Estados Unidos, accionista mayoritario del Banco Interamericano de Desarrollo, hizo valer su influencia para anular la asamblea anual de ese organismo en China, después de que Pekín se negara a conceder la visa a Ricardo Hausmann, delegado del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, ante ese organismo.
La negativa de China, uno de los pocos aliados internacionales de Nicolás Maduro, a otorgar el permiso a Hausmann, fue la gota que colmó el vaso para que el BID anulase este viernes el encuentro anual, a una semana de su celebración.
El directorio del BID, con sede en Washington, y la Corporación Interamericana de Inversiones (BID Invest) «aprobaron (ayer) una resolución por la que la Reunión Anual de las Asambleas de Gobernadores de ambas instituciones no se llevará a cabo en Chengdu (China)».
La presión del gobierno estadounidense para que se suspendiera la reunión fue liderada por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que criticó en un artículo la decisión de Pekín de no otorgar el visado a Hausmann y acusó al gigante asiático de «minar el avance de la democracia» en Venezuela.
«Es la primera vez en la historia del banco que una nación anfitriona (de la reunión anual) rechaza a uno de los miembros», dijo Pence en un artículo publicado en el diario The Miami Herald, al señalar que Hausmann no podía asistir como representante legítimo de Venezuela.
Así, la que se esperaba que fuera una reunión de rutina dentro del cronograma de la entidad multilateral, terminó salpicada por la crisis venezolana, que ha dividido a Pekín y Washington por su respaldo respectivo a Maduro y a Guaidó, quien el pasado 23 de enero se juramentó como presidente interino.
Además de Estados Unidos, que tiene 30% de las acciones del BID, otros países que han reconocido a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, entre ellos Brasil (11%), Argentina (11%), Colombia (3%), Chile (3%) y Perú (1,5%), también aprobaron la suspensión de la cita.
A partir de la decisión, se abrió un plazo de 30 días para seleccionar otra sede y fechas para la celebración del encuentro anual del BID, que reúne a ministros de finanzas y de desarrollo de los 48 países que lo integran.
Falta ver si la medida del BID tendrá consecuencias en la nueva ronda de negociaciones entre China y Estados Unidos, prevista para los próximos 28 y 29 de marzo en Pekín y que tiene por objetivo poner fin a la guerra comercial entre ambos.