El líder cívico boliviano Luis Fernando Camacho marcó distancia este viernes del también opositor Carlos Mesa, en las acciones contra el presidente Evo Morales para que renuncie por un supuesto fraude electoral.
«Carlos Mesa tuvo mucho tiempo para poder acompañar esta lucha, pero la búsqueda que tiene de querer ser él el único presidente le ha hecho perder la objetividad de una lucha mayor, que es la paz del país», dijo Camacho a los medios en La Paz.
El líder del Comité Pro Santa Cruz acusó al ex presidente boliviano Mesa de buscar que los sectores opositores acepten las condiciones de la OEA para la auditoría electoral que lleva adelante y que es rechazada por los detractores de Morales.
«Nosotros hemos asumido una posición totalmente ciudadana, apolítica, no defendemos a ningún candidato, defendemos el voto del pueblo. No queremos segunda vuelta, queremos un nuevo proceso electoral», manifestó Camacho.
A su juicio, no existe una fractura entre los movimientos opositores a Morales, porque todos persiguen el mismo objetivo. Camacho insistió en que el hecho de que no coordine las acciones con los políticos, no refleja una división.
Mesa reaccionó con un mensaje en Twitter en el que señaló que no va a confrontar con Camacho. A su juicio, eso solo beneficiaría a la permanencia de Evo, a quien tildó de dictador.
«La unidad de la oposición democrática hoy es imperativa», dijo el líder de la alianza opositora Comunidad Ciudadana.
Quien respondió fue el empresario opositor Samuel Doria Medina. Este señaló que respeta lo que Camacho ha hecho hasta ahora, pero comete un error al atacar a Mesa y la oposición política.
«No es tiempo de pelear, sino de juntar todas las fuerzas por la democracia», sostuvo en Twitter Doria Medina, que respaldó la candidatura de Mesa en las recientes elecciones generales.
Camacho llegó a La Paz esta semana para entregar a Evo Morales en persona una carta para que renuncie, ante las denuncias de fraude en los comicios del 20 de octubre para favorecer su reelección a un cuarto mandato.
La oposición política y ciudadana exige la renuncia de Morales, la anulación de las elecciones y una convocatoria a comicios administrados por un nuevo organismo electoral, por considerar que el actual actuó con parcialidad a favor del gobernante.
El gobierno denuncia que quienes buscan la renuncia de Morales pretenden dar un golpe de Estado, y ha llamado a los sectores sociales y sindicatos afines a defender su triunfo electoral.
La tensión persiste en Bolivia desde el día posterior a las elecciones y hasta el momento los incidentes violentos han causado tres muertos.