Valeria les tomó una foto a sus dos hijos mirando a la puerta de embarque. Una vez arriba del avión —un boeing 737 MAX 9 de la compañía Copa Airlines rumbo a Panamá, donde harían escala para seguir a Orlando (Estados Unidos)—, ya sentados y con el cinturón atado, sonó el anuncio menos esperado: «Les solicitamos que abandonen el avión». Sin entender absolutamente nada, todos los pasajeros comenzaron a murmurar y la voz de la cabina de control acotó que «por problemas técnicos» el vuelo no podría salir y deberían quedarse en Uruguay.

«Bajamos del avión, pasamos por Migración, esperamos las valijas… Y lo único que nos dijeron fue que nos iban a llevar a un hotel y que en las próximas horas tendríamos más información. Nada más», narra a El País Valeria —una pasajera que prefirió no revelar su apellido—, desde su hogar, donde cuenta los días que va perdiendo de vacaciones y, lo que es peor, el dinero que ya no recuperará.

«Cuando nos hicieron salir del aeropuerto nos llevaron a un hotel el Montevideo. Ahí acotaron que podía solucionarse en el día o demorar 48 horas. 24 pasajeros fuimos al mismo hotel y nos dijeron que estuviéramos prontos a las 21:00 horas, porque a las 0:45 íbamos a poder tomar otro vuelo. Hasta ahí no había problema, nos encontramos en el lobby a la hora indicada pero pasaba el tiempo y nadie nos venía a buscar. En un momento suena el teléfono de la recepción y dicen: ‘a los pasajeros de Copa: el vuelo sigue retrasado. Vayan a descansar y bajen a las 5:00 de la madrugada’», prosiguió Valeria.

Los pasajeros comenzaron a impacientarse por la falta de comunicación. Nadie de la compañía los llamó directamente, ni les envió un mail. Nada. «A las 4:30 de la madrugada estábamos todos en la puerta del hotel. Y se repitió el proceso. A ninguno de los pasajeros nos llegó comunicación. Llamaron a la recepción del hotel para decir que no nos iban a venir a buscar hasta nuevo aviso», lamentó.

Para ese momento, Valeria y su esposo estaban en contacto permanente con la agencia de viajes, «que fueron los únicos que se movieron por cielo y tierra» para conseguir reagendar su viaje para el próximo jueves. Con ese panorama, la familia decidió seguir la espera en su hogar.

«La reasignación de vuelos es un tema aparte. Porque solo te tienen en cuenta el precio de los boletos y apenas nos movieron la fecha dos días. Así que la licencia que habíamos pedido ya la perdimos. Y a eso se suma que tenemos que pagar multa en las entradas a los parques de Disney, perdemos reserva de los hoteles, perdimos las entradas para la NBA… No se hacen cargo de nada», narró angustiada. «Y en nuestro caso por lo menos estamos en casa. Hay gente que llegó a volar a Panamá y no puede volver», detalló.

Para Valeria, la angustia solo crece por la falta de respuesta de la compañía, cuyo call center está saturado. «Si comprás aviones con fallas, no podés responsabilizar a los pasajeros», expresó.

El comunicado de Copa Airlines

Copa Airlines informó este domingo que mantendrá suspendida «hasta nuevo aviso» la operación de las 21 aeronaves Boeing 737 MAX9, que inmovilizó el sábado siguiendo una directriz de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

«Copa está brindando todo el apoyo requerido a los pasajeros afectados por las cancelaciones de vuelos ocasionadas, incluyendo comunicación proactiva, prioridad en reacomodación en vuelos, cambios de itinerario, reembolsos, así como alojamiento, comida y gastos varios cuando sea necesario», precisó la empresa.

La aerolínea expresó además que lamenta «profundamente esta situación fuera» de su control, y reiteró que «su máxima prioridad es la seguridad de sus pasajeros y tripulaciones».


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