Leocenis García, coordinador de Prociudadanos, dirigió una carta al enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, en la que expresó su pensamiento sobre la situación del país y la oposición.
Declaró que la misión política para el país, del encargado de negocios para la Oficina Externa de los Estados Unidos para Venezuela, Jimmy Story, fracasó. «Ha fracasado señor Elliott Abrams. Son el comando de campaña de López y compañía», dijo.
Además, se refirió a la situación que viven los venezolanos y la mala reputación que adquirió la oposición venezolana mientras el poder de Nicolás Maduro se afianza. «La gente cree que pasa hambre no porque un tipo como Maduro, que es la verdadera razón, aplica el socialismo. Sino porque la oposición pide sanciones para el país», dice la carta.
Por otro lado, en la carta indicó que el año pasado, Abrams le había dado esperanzas al pueblo venezolano sobre una solución próxima a la crisis. «Usted soltó una bomba sobre Maduro, cuando abrió una válvula al chavismo y al sector militar, y dejó claro que podían negociar», indicó Leocenis García.
También criticó el accionar de Estados Unidos e indicó que las sanciones impuestas no están funcionando. «Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI», dijo.
A continuación, la carta completa:
Carta a Elliott Abrams con copia a James “Jimmy” Story
Caracas 08 de enero de 2020.
Quizás el asesinato de jerarcas chavistas puede ser factible, es decir, meterle una bomba como al general iraní -como algunos opositores radicales quieren aunque no lo digan-, pero eso no es lo mismo que inteligente o prudente. Tiene poco sentido estratégico dadas las numerosas vulnerabilidades de la vieja oposición en los barrios donde aún idolatran el mito de Chávez y odian la oposición.
Hace un mes, la dinámica política más prometedora en Venezuela fue el nacionalismo anti-Maduro, y en los barrios: el anti-gobierno. Ahora ambos han sido reemplazados por un creciente antiamericanismo. El régimen en Caracas ahora es más fuerte, el interino más débil.Es obvio que no estamos mejor.
La gente cree qué pasa hambre no porque un tipo como Maduro -que es la verdadera razón- aplica el socialismo. Sino porque la oposición pide sanciones para el país.
Las cosas andan mal. Muy mal.
La prueba es que, treinta diputados que estaban en la oposición, saltaron en una rebelión contra Guiado. Los argumentos de que esos diputados estaban recibiendo sobornos (no hemos visto pruebas físicas de tal cosa) no hace sino empeorar el asunto en contra de Guaidó y su jefe Leopoldo López.
Sencillamente porque quiere decir que de los casi cien millones de dólares que diversas organizaciones como la USAID han entregado al gobierno interino, no ha llegado ni un centavo, a los diputados de oposición para no ser sobornados. Porque si hay alacranes, o sobornos, es porque hay necesidad material.
La política para Venezuela de la oficina de Estados Unidos actual que funciona en Bogotá comandada por Jimmy Story, ha fracasado, señor Elliott Abrams. Son el comando de campaña de López y compañía.
Las sanciones han sido al final del día una bendición para el dictador Maduro. Ustedes han debido sancionar a todo el círculo corrupto de Nicolas Maduro y Diosdado Cabello, pero jamás al país, jamás a Venezuela. Eso se lo dije a usted personalmente. Y se lo repito ahora en público.
Estados Unidos quiere luchar contra Maduro, por lo que ataca económicamente a Venezuela, y así quienes sufren son los pobres. Maduro quiere luchar contra Estados Unidos, por lo que ataca a su embajada y diplomáticos haciéndoles salir del país, con lo cual Estados Unidos ha perdido capacidad de información en el sitio y los pobres han perdido un aliado y una voz. Los pobres desean que tanto Estados Unidos como maduro peleen en otro lugar y otro modo, pero no el económico. Que sancionen a los corruptos del chavismo, pero no a Venezuela. Porque en una economía estatista como la nuestra, pierden los pobres.
Quien quiera que esté dirigiendo la política de la oficina de Venezuela del Departamento de Estado, se está volviendo loco. Sus amenazas a un dictador que en cualquier elección pierde, son ridículas. Maduro no aguanta una elección con observación internacional. La política de confrontación y de no negociación con los militares, y el querer imponer a Voluntad Popular y Leopoldo López como gobierno será vilipendiado por la historia si no verifican la retórica cada vez más peligrosa de funcionarios que están en la nómina de Voluntad Popular prácticamente.
Abrahams, usted había sorprendido el año pasado; cuando apareció en medio de un evento donde estaban disidentes del chavismo como María Gabriella Ramírez.
Usted, dijo cosas que nadie esperaba, y que sin duda debieron dejar desconcertado a Nicolás Maduro.
La exposición, podía sorprender a sus espectadores sin duda, pero en el sector militar enviaba un mensaje muy pragmático: “Únanse al debate nacional. El régimen de Maduro destruye el legado de Chávez”
Por primera vez un alto funcionario de Estados Unidos tenía mano zurda con el principal icono del chavismo militar.
Washington, tiene el servicio secreto más eficiente del mundo. Saben perfectamente que la FANB tiene un respeto por Hugo Chavez, no obstante consideran que Maduro destruyó sus llamadas conquistas.
Abrams, usted soltó una bomba sobre Maduro, cuando abrió una válvula al chavismo y al sector militar, y dejó claro que podían negociar con ellos una transición democrática y un gobierno con todas las voces, pero sin Maduro: «Venezuela necesita una transición pacifica y negociada. En esa Venezuela futura las Fuerzas Armadas serán fundamentales y no deben estar unidas a la política».
Este sin duda fue un viraje en el empeño de algunos sectores de la diplomacia americana que repiten los errores cometidos en Cuba. Ahora, Washington ha proporcionado a Maduro un golpe que no esperaba.
Una cosa es no tirarle salvavidas a los tiranos, y otra es negarse a ayudar a los tiburones que pueden devorarlos mientras están en el agua. Los militares y los disidentes del chavismo son ese tiburón.
Ese cambio en el discurso fue en su momento bien recibido. El mismo día la propia Fiscal General Luisa Ortega saludó a Elliott Abrams y su mensaje de apertura: «Coincido plenamente con las declaraciones de Elliott Abrams. El retorno a la democracia en Venezuela pasa por un nuevo gobierno de amplitud, en el que todos los venezolanos se vean representados».
A pesar de que todavía hay quienes se oponen a esta tesis, es más factible una «transición con todos», que una presidida en solitario por un líder de la oposición tradicional sin conexión militar. Ese es el caso de una creación de ustedes los americanos: Juan Guaidó.
Muchas personas en ambos lados de este giro me preguntarán: «¿Por qué ahora Leocenis?» «¿Por qué ahora?».
La respuesta es simple: Lo que Estados Unidos está haciendo no está funcionando. Eso no lo va a decir usted Abrams. No tiene porque decirlo. Pero algo ha fallado.
Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI. Apoyar sólo a la oposición tradicional agrupada en el Frente Amplio, cuando la misma señala a toda la Fuerza Armada de ser natcotraficantes no provocará el quiebre militar.
Recuerdo que hace algún tiempo un tipo realmente buena persona (del equipo de Jimmiy Story), pero con alguna falta de información me conminó a unirme al Frente Amplio. Esa persona era Rafael Foley, jefe de Asuntos Políticos de la Embajada de Estados Unidos.
Yo le sonreí, porque me caía bien. Pero su sugerencia tan tajante me daba la impresión que para él, solo eso era la oposición. Y eso no era verdad.
De hecho una de la estupideces más grandes, es condicionar la separación de los militares de la dictadura de Maduro, para que reconozcan a Guaidó. Y nosotros estamos interesados que desconozcan la dictadura, no que reconozcan a Guaidó. Porque el tema es salir de Maduro. No reconocer a Guaidó.
Ese es otro tema.
El presidente Trump -gran amigo del pueblo de Venezuela, a quien tanto debemos -ha encomendado una labor histórica a usted Abrams que lo que ha dicho el año pasado– palabras más, plantas menos- que convocan a todos, y valoran a todos.
Todos , chavismo y oposición, que tengan el amor a la libertad y el rechazo a toda forma de opresión, la primacía del derecho sobre la arbitrariedad, la primacía de la fe sobre cualquier forma de idolatría, la tolerancia a las opiniones divergentes y la tendencia a no extremar los conflictos, sino procurar resolverlos mediante soluciones consensuales. El fin, a todos, los que quieran democracia y no la tiranía de Maduro.
Parafraseando a un gran estadounidense, digo que: un pequeño paso con el chavismo disidente, un gran paso para la transición con todos!.
Es hermosa y múltiple la tarea que tenemos por delante: restablecer un clima de respeto y de confianza en la convivencia entre los venezolanos, cualesquiera que sean sus creencias, ideas, actividades o condición social, sean civiles o militares, chavistas o no: ¡Venezuela es una sola! ¡Las culpas de personas no pueden comprometer a todos! ¡Tenernos que ser capaces de reconstruir la unidad de la familia venezolana!
Leocenis García