El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, planteó este domingo reducir a la mitad su salario y el de autoridades de otras funciones ante la crisis económica que enfrenta su país debido al coronavirus y la caída del precio internacional del petróleo.
«He dispuesto reducir 50% del ingreso mensual al presidente, vicepresidente, ministros y viceministros», indicó Moreno en Twitter, sin precisar por cuánto tiempo se mantendrá la medida una vez que sea aprobada por el Congreso.
La propuesta se extiende a todas las instituciones estatales como la unicameral Asamblea Nacional.
«De la misma manera lo harán todas las funciones del Estado, gobiernos, seccionales, en especial Asamblea Nacional», señaló el mandatario, cuyo sueldo es de 5.600 dólares al mes frente al mínimo básico de 400 dólares para los trabajadores en general.
«Requeriría de una enmienda»
El constitucionalista César Raza precisó a la AFP que el presidente puede reducir directamente su salario y el de sus ministros mediante un decreto, pero no el del resto de funcionarios estatales.
La reducción de salarios depende de reformas por cuanto existe una disposición legal que impide que alguien gane más que el presidente en el sector público, lo cual requeriría de una enmienda aprobada por la Asamblea legislativa, explicó.
Lenín Moreno dijo este viernes que Ecuador enfrenta emergencias en los aspectos sanitario, económico y social derivadas de la pandemia, que deja en el país ya casi 7.500 casos, incluidos 333 muertos.
Anunció entonces la creación de un fondo humanitario para salud y alimentos hasta de 1.300 millones de dólares con aportes de 5% de las ganancias de empresas con más de un millón de dólares de utilidades y de los sueldos de los trabajadores que ganan más de 500 dólares.
En marzo, el gobierno también decidió reducir salarios de empleados públicos en hasta 8%.
«Toda regulación salarial que compromete el derecho de las personas, amerita aprobación» del legislativo, señaló Raza.
La situación de la dolarizada economía ecuatoriana, que depende del petróleo, se agrava con la rotura esta semana de sus dos oleoductos, por lo que suspenderá la producción y las ventas de crudo por varias semanas.