Legisladores estadounidenses se fueron de vacaciones navideñas este viernes. Y sin lograr un acuerdo para desarrollar el impeachment (juicio político) contra el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Aún no se tiene una fecha clara. El miércoles, la Cámara de Representantes, liderada por la demócrata Nancy Pelosi aprobó dos cargos contra Trump: abuso de poder y obstrucción al Congreso. Estos aún no han sido enviados a la Cámara alta, de mayoría republicana, que es el lugar donde se debe desarrollar el juicio.
Pelosi considera que es necesario que se escuchen los testimonios de autoridades como el jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, y el ex consejero de Seguridad Nacional John Bolton. Pero el presidente del Senado, el republicano Mitch McConnel, ya ha descartado esta posibilidad. Su partido acusa a los demócratas de querer alargar el proceso por falta de pruebas, reseña el diario El País de España.
El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el demócrata Adam Schiff, indica que es más relevante acceder a la documentación que escuchar nuevos testimonios. Le dijo a The Washington Post: «Los pocos mensajes que recibimos fueron notablemente incriminatorio. Uno puede imaginar que si esto es lo que muestra la pequeña muestra de documentos que tenemos, cuán condenatorios pueden ser muchos de los otros documentos que la Administración se niega a entregar».
La administración de Trump se negó a entregar 71 documentos y, a su vez, el presidente impidió que declararan 12 testigos.
La votación en el Senado está prevista para enero. Si los desacuerdos continúan, el impeachment puede coincidir con el discurso del estado de la Unión el 4 de febrero en la Cámara de Representantes. Trump ya fue invitado por Pelosi y aceptó rápidamente.