El rebrote de la violencia en Colombia, con 7 masacres en 2 semanas que han dejado 37 muertos, muestra la ausencia del Estado en las zonas más golpeadas por el conflicto pero también el esfuerzo de la sociedad para evitar que las víctimas caigan en el olvido.
La espiral de violencia comenzó el pasado 11 de agosto con la matanza en un barrio de la periferia de la ciudad de Cali de cinco adolescentes de entre 14 y 15 años de edad, y las víctimas más recientes fueron tres jóvenes, uno de ellos menor de edad, tiroteados el domingo en Venecia, un pueblo del departamento de Antioquia.
«En Colombia ya van más de 36 masacres (este año), la última este domingo en Venecia, y nos duele que se aumente y se agudice la violencia en Colombia, pero más nos duele la indiferencia de todos nosotros frente a este dolor», manifestó el director de la Corporación Humanitaria Justicia al Derecho, Carlos Alberto Arcila Valencia.
Narcotráfico vs paz
Hasta el momento no hay claridad sobre quiénes son los autores de las masacres, en las que el gobierno ve «la mano del narcotráfico», mientras la oposición las atribuye al incumplimiento del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 con la entonces guerrilla de las FARC.
«Nosotros ligamos la crisis de derechos humanos con el incumplimiento del acuerdo de paz», dijo este lunes el senador Iván Cepeda, del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo (PDA).
Según Cepeda, al «incremento exponencial de asesinatos» de líderes sociales y de desmovilizados de las FARC que dejaron las armas se suma ahora «este fenómeno que se está repitiendo de manera muy preocupante en distintos lugares del país y que pareciera responder a un mismo patrón, que es el de masacre cometidas contra población civil y en especial contra jóvenes».
Por su parte, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, dijo este lunes en rueda de prensa que «donde hay coca, donde hay narcotráfico, hay muerte y hay destrucción» y que «en los municipios del país considerados por la ONU enclaves productores de coca la tasa de homicidios es el doble del promedio nacional».
La guerrilla
«Las masacres de los últimos días tienen en su mayoría un denominador común, el narcotráfico. Las organizaciones ilegales responsables de estos homicidios colectivos son los mismos de siempre, las ex-FARC , la guerrilla del ELN, grupos de narcotraficantes de distintos nombres y de todos los pelambres», manifestó.
Trujillo aprovechó para anunciar que en vista de que el narcotráfico es el más probable responsable de las masacres, el gobierno prepara la reanudación de las aspersiones aéreas de cultivos ilícitos, suspendidas hace cinco años, una vez cumpla todos los requisitos en ese sentido de la Corte Constitucional.
«Hay que decir con claridad, cumpliendo claro está todos los requisitos de la Corte Constitucional, que la aspersión aérea hoy es más necesaria que nunca antes para continuar con la disminución de los cultivos ilícitos», aseguró.
Violencia reciclada
Sean quienes sean los autores, las recientes matanzas han sembrado el terror en regiones de los departamentos de Valle del Cauca, Nariño, Cauca, Arauca y Antioquia, que a lo largo de los años han sufrido la violencia de las FARC, del Ejército de Liberación Nacional (ELN), de paramilitares, narcotraficantes y más recientemente de disidencias de la antigua guerrilla.
El último jefe de las FARC como guerrilla y presidente del partido del mismo nombre, Rodrigo Londoño, también achacó este lunes la orgía de sangre actual al incumplimiento del acuerdo de paz negociado en Cuba con el gobierno, situación que por otro lado llevó a los defensores de ese proceso a convocar para el próximo 26 de septiembre una conferencia internacional que analizará el estado de lo pactado.
«Esta ola de violencia es fruto de la no implementación de lo acordado en La Habana, de no haber continuado con la obra que construimos con el presidente Juan Manuel Santos», aseguró.
Críticas al gobierno
La gestión que el gobierno del presidente Iván Duque ha hecho de esta ola de violencia ha sido muy criticada por la opinión pública por la falta de empatía con las víctimas, reducidas a un número en las estadísticas oficiales de masacres, que el mandatario prefiere llamar «asesinatos colectivos».
«Con Duque, los asesinatos y las masacres se convirtieron de nuevo en parte del paisaje, en meras cifras y estadísticas. En solo dos años regresamos al pasado», manifestó el exministro Cristo en una columna publicada en el portal La línea del Medio en la que cita con nombres y apellidos a cada una de las víctimas de las matanzas perpetradas este mes.
Para homenajear a las víctimas, la Corporación Humanitaria Justicia al Derecho hizo hoy un velatorio simbólico en la céntrica Plaza Botero de Medellín en la que fueron instalados ocho ataúdes blancos, uno por cada una de las masacres de las dos últimas semanas, y otro por el resto de víctimas de la violencia, algunos de ellos cubiertos con la bandera colombiana.
«No queremos más masacres, ¡basta ya! Colombia está en duelo, Colombia está de luto», manifestó Arcila Valencia, quien hizo un llamado al gobierno «para que proteja, para que garantice la vida a todos los ciudadanos».